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Soy técnica nutricionista y siempre aplico este trucazo para comer pasta de forma sana y sostenible
Salud

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Soy técnica nutricionista y siempre aplico este trucazo para comer pasta de forma sana y sostenible

La clave está en la forma de combinar los alimentos para que el cuerpo los reciba de la mejor manera posible.

Un hombre comiendo un plato de pasta.Getty Images

La pasta es uno de esos alimentos que, durante años, ha estado en el centro del debate: ¿buena o mala? ¿Engorda o no? ¿Hay que eliminarla para estar saludable? La técnica superior en Nutrición y Dietética Ana Luzón afirma que, desde su experiencia, tanto personal como profesional, "estas preguntas nacen de la mentalidad de dieta que tantas mujeres llevamos arrastrando durante décadas".

"Como técnica superior en nutrición y dietética, y entrenadora personal con formación continua en salud de la mujer, mi mirada es distinta", explica esta experta. "No trabajo desde la demonización de alimentos ni desde las promesas mágicas. Tampoco creo en soluciones universales, pero sí en estrategias prácticas que favorecen una alimentación equilibrada, flexible y, sobre todo, sostenible", aconseja Luzón.

Una de ellas, que la propia nutricionista aplica de forma habitual en su día a día es "la forma de combinar los alimentos para que el cuerpo los reciba de la mejor manera posible". "Y cuando hablamos de pasta, el truco es simple: que sea integral, y que vaya acompañada de verduras y, cuando tiene sentido, de una fuente proteica", añade.

El porque´ lo hace así, prosigue la experta en dietética, tiene que ver con que "la pasta no es ni imprescindible ni peligrosa" para la salud, afirma. "Es una opción más dentro de los alimentos ricos en hidratos de carbono. Pero cuando se come sola, es fácil que no sacie lo suficiente o que provoque digestiones pesadas, sobre todo si se consume en grandes cantidades o en contextos de mucha ansiedad o hambre acumulada", explica.

"Además, si optamos por pasta integral, estamos incluyendo mayor cantidad de fibra, vitaminas del grupo B y minerales", prosigue Ana Luzón. Y destaca que "esta versión se absorbe más lentamente, ayuda a regular la glucemia y mejora el tránsito intestinal, especialmente cuando forma parte de una alimentación rica en vegetales".

Y si, además, la combinas con verduras —cocidas, al horno, salteadas, incluso crudas— y se añaden proteínas, como legumbres, huevo, pescado o tofu, "estás creando un plato más completo, que regula mejor los niveles de glucosa, mejora la saciedad y tiene mayor densidad nutricional", aconseja.

Es más, Ana Luzón afirma que "esto no sólo puede contribuir al bienestar metabólico, sino que ayuda a mantener una relación más tranquila con la comida, algo esencial cuando venimos de años de control, culpa y restricciones".

Y pone ejemplos prácticos. "En lugar de pensar en “un plato de pasta”, piensa en un plato que contiene pasta integral como parte del conjunto. Por ejemplo, espaguetis integrales con calabacín, berenjena, tomate natural y garbanzos; pasta de lentejas con salteado de setas, espinacas y un poco de tahini; ensalada templada de pasta integral con rúcula, pimientos asados y huevo duro". Pero, hay que recordar, añade, "que lo importante no es solo qué eliges, sino cómo lo montas, cuánto necesitas y cómo lo disfrutas".

Y, en cuanto a la saluda a largo plazo, según Ana Luzón "no existe un único alimento clave para la longevidad". "Ni la pasta, ni ningún otro. Lo que sí sabemos por la evidencia es que una alimentación rica en vegetales, legumbres, grasas saludables y ajustada a tus necesidades energéticas y vitales, favorece una mejor salud con el paso de los años", afirma esta experta. "Así que no se trata de convertir la pasta en un alimento milagro, sino de liberarnos de creencias limitantes y aprender a construir platos sabrosos, variados y con sentido", concluye.