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Soy técnica en nutrición y si tienes 'burnout nutricional' sigue esta guía antes de que sea tarde

Soy técnica en nutrición y si tienes 'burnout nutricional' sigue esta guía antes de que sea tarde

Se trata del agotamiento físico, mental y emocional que surge tras años de intentar cumplir con estándares alimenticios.

Una mujer, comiendo ensalada en un restauranteGetty Images

"Vivimos en una era en la que la alimentación ha pasado de ser una necesidad básica a convertirse en un campo minado de reglas, tendencias y expectativas", afirma la técnica en Nutrición y Dietética Ana Luzón. Y es que ella ve, en consulta, a numerosas personas perder el control de su relación con la comida, víctimas de algo que podríamos llamar “burnout nutricional” (el estar quemado con lo que comes), según cuenta esta experta.

Este fenómeno, aunque no clínicamente reconocido, es real y está afectando la calidad de vida de muchas personas. "El burnout nutricional es el agotamiento físico, mental y emocional que surge tras años de intentar cumplir con estándares alimenticios poco realistas, dietas restrictivas o reglas inflexibles", explica Luzón. Así que si te sientes cansado de pensar constantemente en la comida, pierdes el placer de comer y, en muchos casos, terminas cayendo en patrones desordenados, puede que lo padezcas. 

Los síntomas más comunes, que resume esta experta, incluyen desde cansancio mental y emocional: pensar constantemente en qué comer o qué evitar; frustración, sentimientos de culpa por no seguir un plan “perfecto”; falta de motivación, rechazo a cocinar o a seguir cualquier tipo de guía nutricional, así como una relación negativa con la comida, percepción de la alimentación como una carga. 

"El problema no está en querer cuidarse, sino en cómo lo hacemos", insiste Luzón. "Y éstas son las causas más comunes que identifico en mi práctica", destaca. Y enumera las cuatro principales. "Las dietas restrictivas, eliminar grupos enteros de alimentos o restringir calorías drásticamente puede parecer eficaz al principio, pero es insostenible, y, en segundo lugar, la obsesión por la perfección, es decir, creer que hay que comer “limpio” 'todo el tiempo'". En tercer lugar, esta nutricionista menciona la sobrecarga de información, es decir "seguir consejos contradictorios de internet genera confusión y frustración", y en cuatro,  la falta de flexibilidad, "el no permitirte disfrutar de los alimentos que amas". Y añade que "este enfoque rígido termina siendo un arma de doble filo. La motivación inicial se transforma en agotamiento, y la búsqueda de una vida más saludable se convierte en una fuente de estrés". 

Así que si estás experimentando este agotamiento, éste es el plan que te propone Ana Luzón para ayudarte a recuperar una relación equilibrada con la comida. "Primero, deja atrás las reglas rígidas No hay alimentos 'buenos' o 'malos'. Aprende a mirar la alimentación como un todo. La clave está en el equilibrio, no en la perfección. Segundo, empieza a practicar la alimentación intuitiva, reconecta con las señales de tu cuerpo, come cuando tengas hambre y detente cuando estés saciado y respeta tus apetencias y gustos. 

En tercer lugar, prosigue esta experta en dietética, "añade flexibilidad a tu vida, permítete disfrutar de esos alimentos que amas sin culpa. El placer es una parte esencial de una relación saludable con la comida". Además, introduce cambios progresivos. "En lugar de hacer cambios radicales, empieza con pequeños pasos. Por ejemplo, añade una porción de verdura al día, incorpora un snack saludable que realmente disfrutes y cocina una vez a la semana un plato que te haga sentir bien", aconseja Luzón. 

En quinto lugar, propone "trabajar la relación emocional con la comida Identifica patrones de estrés, ansiedad o culpa". "Si te sientes abrumado, hablar con un profesional puede ser transformador", aconseja esta experta. Y, finalmente, busca apoyo profesional. "Un nutricionista puede ayudarte a diseñar un plan que no solo sea saludable, sino también sostenible y adaptado a ti", recuerda Luzón. 

El burnout nutricional no solo afecta a tu bienestar mental, sino que también puede impactar tu salud física, añade Ana Luón. "Dietas desequilibradas, atracones, deficiencias nutricionales y ciclos de restricción y exceso son consecuencias reales. Por eso te invito a dar el primer paso hacia una relación más amable con la comida. Puedes disfrutar de una vida saludable sin caer en la obsesión". Y acaba recordándonos que "la nutrición no debería agotarte, sino empoderarte. Toma las riendas ahora. Es posible disfrutar de la comida y cuidar de ti al mismo tiempo. Y si necesitas ayuda, no dudes en buscar apoyo. Tu bienestar merece ser una prioridad".