Soy técnica en nutrición y te revelo si hay alimentos prohibidísimos en mis desayunos
Aconseja alejarse de los mitos sobre lo que es bueno o malo, que sólo generan frustración y culpa
La clave de una buena nutrición no está en lo que comemos, sino en cómo lo hacemos. Éste es el principio que defiende la técnica en Nutrición y Dietética Ana Luzón. "Debemos escuchar a nuestro cuerpo, elegir alimentos que nos nutran, pero que también disfrutemos, y aprender a comer sin culpa es fundamental para mantener una relación saludable con la comida", explica esta experta.
"Soy defensora de la alimentación intuitiva, te sorprenderá saber que, para mí, no existen alimentos "prohibidos" en ningún momento del día, ¡ni siquiera en el desayuno!", resalta Luzón. Y explica que este enfoque está basado en el libro de Evelyn Tribole y Elyse Resch, que "se centra en escuchar y respetar las señales de hambre y saciedad de nuestro cuerpo, en lugar de imponer reglas rígidas o demonizar alimentos específicos". "La cultura de la dieta nos ha llevado a pensar que algunos alimentos son “malos” o “peligrosos”, especialmente al iniciar el día, pero ¿realmente existe un desayuno perfecto o prohibido?", pregunta Ana Luzón. Y, continuación, nos da la respuesta.
"¿Qué elijo en mis desayunos? En lugar de enfocarme en alimentos prohibidos, opto por la variedad y el equilibrio. Incluyo proteínas, como huevos, queso cottage o aislado de proteína, que me ayudan a sentirme satisfecha por más tiempo", explica al nutricionista. "Y carbohidratos en forma de frutas frescas o pan integral, que aportan energía durader, además de, por supuesto, grasas saludables, como frutos secos o aguacate, esenciales para el bienestar general", explica.
En cualquier caso, esta especialista en dietética lanza el mensaje de que "lo más importante es que cada persona aprenda a conectar con sus necesidades individuales, alejándose de los mitos de la dieta que sólo generan frustración y culpa". Así que, sugiere: "En lugar de hacer listas de alimentos prohibidos, te invito a experimentar una relación más libre y consciente con la comida, donde ningún alimento es "malísimo", y donde lo principal es nutrir tanto el cuerpo como la mente". Y concluye con un consejo a modo de lema: "Recuerda, el mejor desayuno es el que te satisface, te nutre y te hace sentir bien".