Por qué desayunar en el hotel no suele ser una muy buena idea
El gran placer del bufé en entredicho.
El bufé del hotel es el sueño de muchos. Levantarse, ducharse y sentarse ante una mesa rodeado de platos salados, bollos, zumos, café, frutas... es uno de los grandes placeres.
Peeeero... No todo es tan bonito y muchos expertos coinciden en que recrearse en ellos puede suponer un riesgo importante de, además de un empacho, intoxicación alimentaria.
Para evitarlo, es importante tomar precauciones, especialmente con estos alimentos:
1. Los que no se mantienen a temperatura adecuada.
Quesos, leche, yogures, zumos de frutas frescas y frutas cortadas deben conservarse frescos para que no desarrollen bacterias dañinas para el organismo.
Así que si no están en cámara o vitrina frigorífica, mejor no lo cojas.
2. Los que se cogen sin utilizar cubiertos
Por delante de todas esas cosas ricas que exhiben los bufés pasa mucha gente con más o menos higiene. Un consejo: no coloques en tu bandeja ningún alimento que se pueda coger con la mano, como frutas, pasteles o bollos, pues alguien ha podido dejar sus bacterias en esa bandeja antes.