Ni a las 7.00 ni a las 8.00: los médicos revelan la mejor hora para desayunar
En realidad, la mejor pauta es hacerlo entre 30 minutos y una hora después de despertarse.
El horario adecuado para desayunar variará según la rutina de cada persona. Por ejemplo, las personas que empiezan a trabajar temprano en la mañana deben desayunar a las 6:00 a. m., los estudiantes suelen comer alrededor de las 7:00 a. m. y los jubilados pueden optar por comer alrededor de las 7:30. Pero, en realidad, el consejo de los especialistas con el que tenemos que quedarnos es que se debe desayunar entre 30 minutos y una hora después de despertarse.
Aunque depende de las costumbres de cada país o zona geográfica, en general, éstos señalan que el momento ideal es antes de las 8 de la mañana para preparar el almuerzo. Así lo cuenta en la web SOHA a raíz del caso de un paciente que tenía dudas sobre este tema tras escuchar en un programa la importancia de seguir una serie de pautas a la hora de elegir la hora del desayuno.
SI no se siguen una serie de hábitos saludables, puede ocurrir que los niveles de azúcar y colesterol en sangre tiendan a ser más altos de lo debido. Por ejemplo, si han pasado entre 10 y 12 horas después de la cena, el estómago está vacío porque el cuerpo no ha recibido nueva energía por la mañana. Por lo tanto, si te saltas el desayuno, el cuerpo debe recurrir a las reservas de azúcar y proteínas para utilizarlas en la vida. Y esto puede hacer que se sienta mucha hambre, se tenga hipotensión y se sienta cansado . Además, a la larga, puede provocar problemas en el sistema digestivo, como gastritis.
Por esta razón, el desayuno es tan importante. Sin embargo, muchas personas tienen la costumbre de levantarse tarde y desayunar entre las 9.00 y las 10.00 de la mañana, lo que puede hacer que se sientan llenos a la hora del almuerzo, señalan los especialistas. Como resultado, algunas personas se saltan el almuerzo o comen menos.
En cuanto a los grupos de alimentos que es aconsejable desayunar, destacan los que contienen carbohidratos complejos incluyen la avena, el pan integral, la batata, la yuca y diversos cereales. Esta mezcla no sólo tiene un alto contenido de fibra dietética sino también es rica en vitaminas. Además, ayuda a sentirse lleno durante mucho tiempo y a controlar bien los niveles de azúcar en sangre.
También son aconsejables las proteínas alimentarias como los huevos, los frijoles, la soja y las almendras. La razón es que ayudan al cuerpo a trabajar más eficientemente. En cuanto a la leche y los productos lácteos también los consideran los especialistas buenas opciones para añadir nutrientes a tu desayuno.
Y las frutas y verduras, que son fuentes importantes de vitaminas y minerales, es mejor tomarlas frescas para preservar su valor nutricional y lo ideal es tomarlas con cereales para que sea más completo el desayuno y para contrarrestar la acidez de algunos de estos alimentos.