Esto le pasa a tu cuerpo si comes picantes todos los días
Todo en esta vida tiene sus cosas buenas y sus cosas malas.
Los amantes de la comida picante saben que esa sensación de calor y sabor intenso puede ser adictiva. Pero, ¿qué le sucede realmente a tu cuerpo si consumes comida de este tipo a diario? The New York Times ha explorado los efectos, tanto positivos como negativos, de esta opción culinaria, presente en muchas cocinas del mundo.
El primer efecto (y más obvio) del picante en nuestro organismo es que desencadena una respuesta natural: la sudoración. La capsaicina, un compuesto que está presente en los chiles y otros alimentos picantes, activa la sensación de calor al entrar en contacto con las papilas gustativas en la boca y los receptores nerviosos del sistema digestivo. El resultado: te pones rojo y sudas, la forma natural del cuerpo humano para enfriarse.
El picante no solo pone en marcha tus papilas gustativas, sino también tu metabolismo. Varias investigaciones han demostrado que la capsaicina puede acelerar el metabolismo, lo que lleva a la quema de calorías adicionales. En un estudio reciente, los participantes que tomaron un suplemento de capsaicina experimentaron un aumento en el gasto de energía equivalente a 200 calorías adicionales por día durante 14 semanas.
Tu corazón también podría disfrutar de una buena dosis de picante. Una investigación reciente sugiere que el consumo de alimentos picantes podría estar relacionado con la reducción del exceso de calcio en las arterias coronarias, lo que podría beneficiar la salud cardiovascular. Además, los componentes antioxidantes y antiinflamatorios de los alimentos picantes podrían ser buenos aliados para luchar contra enfermedades como la diabetes y problemas cardíacos.
En lo que respecta a la relación entre el consumo de picante y la enfermedad del cáncer, los resultados de varias investigaciones han arrojado datos contradictorios. Algunos sugieren que el consumo diario de comida picante podría aumentar el riesgo de cáncer de esófago. Sin embargo, otros apuntan que ciertos compuestos podrían ayudar a prevenir o tratar ciertos tipos de cáncer.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que el consumo excesivo de alimentos picantes puede provocar malestar gastrointestinal, como inflamación, acidez, dolor de estómago o diarrea. Las personas con afecciones estomacales preexistentes, como la gastritis, son más susceptibles a experimentar dolor abdominal intenso. En raras ocasiones, los alimentos extremadamente picantes pueden causar reacciones fisiológicas extremas, como dolores de cabeza intensos o vómitos severos.