Cuidado con Bisfenol A: el peligroso plástico que envuelve tus alimentos
Se trata de un componente tremendamente dañino para nuestro organismo.
El 5 de junio es un día especialmente importante para el planeta. Durante toda la jornada de hoy se celebra el Día Internacional del Medio Ambiente, con el objetivo prioritario de reducir la contaminación, especialmente enfocado en la disminución del uso de plásticos.
Dese organizaciones como la ONU, ya se apunta que las consecuencias, muchas de ellas irreversibles, no solo afectan al medio sino que también y de manera directa nos perjudica a nosotros, como puede ser el caso del Bisfenol A, un componente que atenta contra nuestra salud.
¿Qué es el Bifenol A?
Bajo este nombre se esconde una sustancia química presente en plásticos de policarbonato, como pueden ser platos, botellas de agua, tuppers... además de usarse como revestimiento para la fabricación de latas metálicas o tapones de botellas, entre otros muchos.
Desde la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), se ha señalado este año que su ingesta supone un serio riesgo para la salud de todos los consumidores. Tras más de 800 estudios, los responsables han llegado a la conclusión de que no solo es un riesgo consumirlo, sino que el problema también está presente en las moléculas de BPA.
Esto quiere decir que, aunque no se ingiera de forma directa, estas moléculas pueden esparcirse por los alimentos o líquidos que se encuentren dentro de los recipientes, provocando que aumenta la posibilidad de ingesta.
¿Qué riesgos presenta?
Según el doctor Claude Lambré, presidente de la Comisión Técnica de Materiales en Contacto con Alimentos, Enzimas y Auxiliares Tecnológicos de la EFSA, su ingesta es muy nociva para el sistema inmunológico. "Hemos observado un incremento porcentual de un tipo de glóbulo blanco, denominado TH13 en el bazo. Estos desempeñan un papel esencial en nuestros mecanismos inmunitario celulares y un incremento podría dar lugar al desarrollo de inflamación pulmonar alérgica y trastornos autoinmunes”
Pero sus peligros no quedan ahí, ya que también alertan de que sus consecuencias pueden ser devastadoras para el sistema reproductivo, de desarrollo y metabólico. Pese a ello, todavía no se conoce con exactitud hasta dónde pueden llegar las consecuencias de su consumo pero se aconseja de manera rotunda intentar alejarse en la medida de lo posible de este tipo de riesgo.
Para ello, los expertos dan algunas claves que se pueden aplicar en el día a día para reducir nuestra exposición. Desde el BPA aconsejan:
- Escoger alimento y bebidas que no contengan BPA
- Enjuagar los productos enlatados con advertencia, con especial atención a las frutas y vegetales.
- Evitar, en la medida de lo posible, los alimentos enlatados
- No calentar los alimentos en los envases en los que son vendidos.