Cuáles son los síntomas de un golpe de calor y cómo actuar
Calor, sequedad, piel roja, pulso rápido, dolor intenso de cabeza y confusión y pérdida de conciencia son algunos de los síntomas más comunes.
Las olas de calor -que, según los expertos, cada vez podrían ser más extremas y duraderas como consecuencia de la crisis climática- pueden suponer serios riesgos para la salud.
Como explica el Ministerio de Sanidad, en un golpe de calor el cuerpo es incapaz de controlar la temperatura, “que se va incrementando rápidamente y puede alcanzar los 40,6º C”. Se trata de un “problema grave”, por lo que conocer cuáles son sus síntomas y cómo reaccionar puede salvar vidas.
Piel caliente y enrojecida, sequedad (puede no haber sudoración), respiración y pulso acelerado y fuerte son algunas de las señales más visibles. La persona también puede presentar fiebre superior a 40 ºC, además de dolor intenso de cabeza, confusión y pérdida de conciencia.
“En nuestro cuerpo, cuando aumenta mucho la temperatura, lo primero que se va a afectar es nuestro sistema neurológico. Es decir, vamos a notar que se puede alterar la consciencia, o bien con agitación, o bien con bajo nivel de consciencia. Pueden llegar a aparecer convulsiones”, explicó una portavoz del Summa 112 en el programa Madrid Directo, sobre los síntomas más graves.
Entre los más leves se incluirían algunos como dolor de cabeza, debilidad, cansancio y mareos.
Cómo actuar ante un golpe de calor
La recomendación más urgente cuando se sospecha estar ante un golpe de calor es llamar rápidamente al 112.
Las siguientes consignas que da el Ministerio de Sanidad es, mientras llega la ayuda, llevar a la persona a un lugar fresco. Allí, ayudar a bajar su temperatura corporal con paños fríos o dándole un baño o ducha con agua fría. Muy importante también es no darle nada de beber.
Entre las medidas de prevención -todas dentro de la principal: aplicar el sentido común-, Cruz Roja Española cita algunas como resguardarse del sol, hacer comidas ligeras y equilibradas, beber agua o evitar esfuerzos físicos.
Además, es aconsejable aumentar el cuidado de las mascotas, mantenerse en contacto con las personas cercanas y no dejar ni a niños ni animales solos en el coche.