Confirman que una de las hierbas aromáticas más usada reduce el estrés y mejora la piel
Se trata de una especia muy popular en la gastronomía italiana.
Las hierbas aromáticas, tan utilizadas en la gastronomía mediterránea, como sucede con la albahaca tienen algunas propiedades que son, en muchos casos, desconocidas por la mayoría de sus consumidores.
La albahaca, por ejemplo, muy utilizada especialmente en la cocina italiana en elaboraciones como la salsa pesto, podría tener beneficios tanto a nivel dermatológico como de mejora de la salud mental.
Según una investigación de 2017 realizada con ratones albinos, la albahaca podría reducir la depresión. En la publicación se señalaba que el "aceite de albahaca reduce la atrofia neuronal observada en la región del hipocampo III (CA3)", así como el "giro dentado", "restaurando el número de astrocitos, disminuyendo la apoptosis en neurona, células gliales y aumentando la neurogénesis en la circunvolución dentada". Todo ello, procesos que intervienen en el hipocampo durante la depresión.
En los resultados revelaron que "la regulación al alza de genes y proteínas expresiones: factor neurotrófico derivado del cerebro y receptor de glucocorticoides, parecen estar detrás del mecanismo antidepresivo", pese a que se necesitan más investigaciones al respecto.
Más allá de esto, otra investigación publicada en 2022 recalca beneficios de la albahaca a nivel farmacológico para la salud humana, como "hepatoprotector, cardioprotector, antihipertensivo, hipoglicemiante, hematoprotección, anticancerígeno, neuroprotector, analgésico, cicatrizante, antimicrobiano y antifúngico". Es decir, que podría servir, entre otras muchas cosas, para mejorar la piel y calmar el acné y las erupciones.
"Estos efectos se explican en mayor parte por el potencial de antioxidante y antiinflamatorio que exhiben principalmente los compuestos obtenidos desde el aceite de la planta y semillas de albahaca (eugenol, estragol, linalol y eucaliptol), polifenoles (ácido rosmarínico y ácido ursólico) y polisacáridos", señalan en la investigación.
Sin embargo, todos estos resultados son parciales y están expuestos a posteriores investigaciones. Además, cualquier cambio en la dieta y hábitos debe ser consultado por un especialista, especialmente si se trata de personas que sufran una enfermedad.