Beber alcohol a partir de esta edad podría ser más perjudicial para tu salud (incluso con moderación)
No son imaginaciones tuyas: la edad avanzada y el alcohol no combinan nada bien.
"Bebe con moderación" es un consejo eterno que escuchamos en todas partes, pero acabamos de pasar el desfile de fiestas navideñas, donde las bebidas alcohólicas han sido grandes protagonistas. Así que quizás te ha costado mucho seguir esta advertencia.
Sin embargo, cuando logramos mantener un consumo equilibrado de alcohol, generalmente nos sentimos satisfechos con nuestros hábitos. Según las Directrices Dietéticas para los Estadounidenses 2020-2025, se considera un consumo moderado de alcohol no exceder de dos bebidas al día para los hombres y una bebida al día para las mujeres. Entonces, si disfrutas de una cervecita después del trabajo todos los días, en teoría no deberías de estar perjudicando tu salud, ¿verdad? La respuesta depende de varios factores.
La Dra. Elizabeth Landsverk, especialista en geriatría y demencia, comparte sus conocimientos con HuffPost Estados Unidos sobre cómo el alcohol afecta el cuerpo a lo largo de los años. Y la respuesta es menos positiva de lo que podrías esperar.
Esto es lo que le pasa a tu cuerpo si bebes alcohol a los 20, 30 y 40 años
Landsverk señala que en tus 20 años, tu cuerpo es más resistente, lo que puede explicar por qué las resacas no son tan severas durante esta década. "El hígado y el cerebro son más robustos en esta etapa", afirma. "Los lóbulos frontales, que están relacionados con el razonamiento y el juicio, aún no están completamente desarrollados. Esto puede llevar a comportamientos de riesgo y hábitos poco saludables en el futuro".
Cuando llegas a tus 30 años, es probable que no notes un gran cambio si bebes con moderación, pero es esencial empezar a ser precavido. Evalúa tu salud en general", aconseja Landsverk. "La obesidad, que es un problema común, aumenta el riesgo de enfermedad hepática grasa no alcohólica. El alcohol también puede aumentar el riesgo de enfermedades hepáticas y cirrosis. Como geriatra, diría que una o dos copas a la semana están bien. Algunos médicos sostienen que una bebida al día está permitida, pero también es neurotóxica y puede afectarte".
En tus 40 años, los riesgos para la salud comienzan a ser más evidentes. Landsverk explica: "La obesidad, la diabetes, la hipertensión y el alto colesterol aumentan el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y demencia debido a pequeños derrames cerebrales. Si padeces alguna de estas afecciones, incluso una pequeña cantidad de alcohol puede aumentar tu riesgo de sufrir eventos como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares".
El alcohol y tu cuerpo a los 50-60 años: ¿mala mezcla?
Cuando llegas a los 50, Landsverk advierte que incluso el consumo moderado de alcohol puede tener efectos perjudiciales en el cuerpo. "El alcohol, además de dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de demencia, incrementa el riesgo de cáncer de mama, esófago y hígado", señala. Dado que el riesgo de cáncer aumenta significativamente con la edad, añadir cualquier cantidad de alcohol a la ecuación solo amplifica ese riesgo. Además, Landsverk agrega que, a medida que envejecemos, el sueño largo e ininterrumpido se vuelve más difícil de alcanzar, y sustancias como la cafeína, el tabaco y el alcohol pueden dificultar el descanso de calidad.
A tus 60 años, es probable que empieces a sentir los efectos del consumo moderado de alcohol en tu organismo. "Hablo desde la experiencia: esta es la etapa en la que la tolerancia puede disminuir considerablemente", advierte Landsverk. "A pesar de estar saludable y poder esquiar o nadar una kilometro, una copa de vino me hace sentir mal y me siento muy lenta y cansada al día siguiente".
Esto se debe a que las personas mayores son más propensas a perder la enzima que metaboliza el alcohol, conocida como alcohol deshidrogenasa. "En este punto, puedo tolerar alrededor de una copa a la semana", revela Landsverk. "Si lo hiciera a diario, me sentiría mal incluso con una copa al día. Las personas mayores tienen menos capacidad de reserva en el cerebro, el hígado y los riñones. El daño cerebral, incluso con una copa diaria, es más pronunciado después de los 60".
Landsverk compara las bebidas alcohólicas con las barras de chocolate, señalando que pueden ser placenteras en ciertas ocasiones, pero también pueden aumentar el peso y los niveles de azúcar en sangre, aumentando el riesgo de enfermedades crónicas y cáncer con el paso de los años.
Si deseas mantener tu salud en buen estado y sentirte bien mientras envejeces, ¿debes renunciar por completo al alcohol? Landsverk enfatiza que no es necesario, pero es importante tener en cuenta otros factores que pueden influir en el impacto del alcohol en tu salud, como tener enfermedades como la obesidad o la hipertensión.