Ni el cocido ni la paella: un medio culinario internacional sorprende enamorándose de estos atípicos platos españoles
Se elaboran todos con un mismo ingrediente principal.
La gastronomía española es una de las más reputadas del mundo, contando con platos y productos reconocibles en todo el globo. Buen ejemplo de ello son el jamón ibérico, la paella o el gazpacho, pero hay otros muchos en cada una de las regiones del país.
El medio internacional Tasting Table, especializado en gastronomía, se ha fijado en varias elaboraciones que en la mayoría de los casos no suelen aparecer en las guías turísticas. Concretamente, se han fijado en los platos que utilizan huevos, ya sean dulces o salados, y han recopilado 15 platos de toda la geografía nacional.
Uno de los principales es la tortilla de patatas que, según apunta el chef Mat Schuster en el artículo, para elaborarse correctamente la mezcla de huevos y patatas "debe tener la consistencia de un guiso húmedo" y ser cocinada a fuego lento por ambos lados. También incluyen en su listado los huevos rotos, ya sean con jamón o con chorizo, y Schuster destaca en ellos el dejar la yema del huevo cruda "para que las patatas crujientes tengan una bonita capa de yema líquida".
En el listado se incluyen otros platos menos conocidos fuera de sus regiones como el plato de los montes, de Málaga, conformado por huevos fritos, pimientos verdes y patatas con morcilla, chorizo, lomo de cerdo con manteca colorada. Schuster incluye también en la lista la tortilla de alcachofas y zarangollo murciano, elaborado con cebollas amarillas, calabacines y huevo.
Pero no todo son revueltos y platos salados, también incluyen las yemas de Santa Teresa, típicos de Ávila, elaborados con yemas de huevo y azúcar, y los tocinos de cielo, que Schuster califica como "difícil de hacer, no solo porque no quieres que se cuajen los huevos, sino también porque un español lo va a comparar con cómo] lo hace su abuela".
Otros platos que incluyen en el listado son los huevos a la flamenca; el revuelto de setas con jamón; la tortilla del Sacromonte elaborada con vísceras de oveja; los tortos asturianos con huevo, picadillo y Cabrales; la piperrada, un guiso de pimientos y huevos típico de País Vasco; el revuelto de ajetes con gambas; los huevos a la riojana, con pimientos verdes y rojos, cebollas, chorizo, ajo, tomates maduros y pimentón, y la sopa de ajo con huevo, también conocida como sopa castellana, típica de Castilla, para la que Schuster ve esencial "utilizar un buen caldo de pollo como base".