Irene Paredes: la central indudable de la selección que atraviesa un difícil momento personal
La futbolista se ha sabido sobreponer a amargos tragos en su trayectoria futbolística y personal gracias al apoyo incondicional de su familia.
Irene Paredes es una más de las piezas fundamentales en una selección española femenina histórica, que tiene el reto de subir el último escalón a la cima, el Mundial de Fútbol Femenino, un hito importante para todo el conjunto pero en especial para esta central indiscutible del conjunto de Jorge Vila.
Nacida en Guipúzcoa el 4 de julio de 1991, Irene Paredes lleva jugando al fútbol, como la mayoría de sus compañeras de selección, desde su infancia, debutando por primera vez con la Selección española absoluta en 2011.
No tardaría en llegar un primer hito de su carrera: la clasificación de España por primera vez en su historia para un mundial, el de Canadá 2015, de la mano de sus actuales compañeras Jennifer Hermoso y Alexia Putellas. Una competición mundial que fue una decepcionante sorpresa por los malos resultados y que acabó derivando en la destitución del seleccionador de entonces, Ignacio Quereda. A partir de ese momento asumiría el cargo Jorge Vilda.
Representando a 'las 15'
La generación de Irene Paredes ha tenido que abrir muchas puertas en el fútbol español, desde la reivindicación de unos tratos mínimamente profesionales a la hora de afrontar cualquier competición, como un cuerpo técnico y logístico a la altura de las necesidades y exigencias del equipo, hasta la lucha por unos salarios justos.
Uno de los momentos más complejos de su trayectoria en la selección fue el conflicto entre Vilda y ‘las 15’. Irene Paredes, como capitana, tuvo asumir la mediación y comunicación a la prensa y a la RFEF de las quejas de quince de las jugadores principales, tras la Eurocopa de Inglaterra el verano de 2022. Entre sus reivindicaciones estaban: la mejorable preparación, la falta de ambición, y el hecho de que las jugadoras sentían que se debía analizar seriamente cómo se gestionaba y operaba todo lo que se refería a la selección. “Nos consta que va a haber modificaciones y que se va a intentar cambiar la situación” dijo la capitana en una rueda de prensa posterior a la Eurocopa de 2022.
Después de esto Irene Paredes quedó en un segundo plano del conflicto, sin dar ruedas de prensa y sin ofrecer información al respecto. En esos momentos su verdadero refugio fue su familia: su mujer Lucía Ybarra y su hijo Mateo.
Irene conoció a Lucía en 2016, año en el que la jugadora se mudó a Paris para jugar en el Paris Saint-Germain Football Club. Pocos meses después, Ybarra, jugadora profesional de hockey, se instaló con ella en la capital francesa, preocupada por su estado anímico: "Se había dejado llevar por estar las 24 horas del día pensando en fútbol, en sus entrenamientos y en que todo tenía que salir perfecto. Entonces le dije que para ser deportista de élite y llegar a ese nivel, lo importante era disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, porque creo que el balance es súper importante", explicó su pareja en una entrevista.
Su familia, su punto de apoyo
En ese momento hicieron "una apuesta que salió bien" y las unió más. Pasaron por el altar en junio de 2021 y en diciembre dieron la bienvenida a su primer hijo: "Nos dimos cuenta de que era el camino que queríamos seguir".
La calidad de la futbolista española le ha llevado a obtener varios éxitos a lo largo de su carrera: cuatro ligas —una con el Athletic Club, otra con el Paris Saint-Germain y dos con el Fútbol Club Barcelona—, una Copa de Francia con el Paris Saint-Germain y dos Supercopas de España con el Barcelona. Y su título más reciente, la remontada frente al Wolfsburgo de la Champions League femenina.
Pero también ha saboreado varias derrotas, entre la que destaca, la final de la Champions en la temporada 2021 - 2022.
Irene Paredes ha llegado así a un mundial donde parece que por fin el viento comienza a soplar a favor, tras pasar de cuartos, sortear las semifinales y llegar a esta gran final. "Muchas hemos crecido pensando que no era nuestro lugar", reconocía la futbolista el día previo a este histórico encuentro.
Ahora, el aterrizaje en Australia para ella tampoco fue sencillo pues tuvo que aprender rápidamente a gestionar la pérdida de su padre, que falleció unos días antes de celebrarse este.
Un aita que, como muchos otros, estuvo en la grada viendo a su hija crecer como futbolista. "A veces la vida golpea duro, muy muy duro. Inevitablemente ésta sigue, aunque la nuestra se haya parado. No sé de qué manera, pero seguiremos hacia delante. Por tí Aita". Escribió Paredes el 15 de julio en su perfil de Instagram.
Por todo ello, ver las imágenes de una Irene Paredes abrazando a sus compañeras y a su mujer entre lagrimas parece que se explica solas. Unas lágrimas que son la recompensa, de alguna manera, a años de lucha y sacrificio.
"Sé que es difícil y vamos a tener que pelearlo. Ganar sería muy grande porque llevamos peleando, luchando y mejorando mucho estos últimos años. Creo que la selección española merece algo grande y lucharemos para que así sea", sentencia Paredes.