Letizia, de princesa cuestionada a mayor activo de la monarquía como reina

Letizia, de princesa cuestionada a mayor activo de la monarquía como reina

Diez años después de la proclamación de Felipe VI, la reina Letizia se ha conseguido diseñar un papel a su medida dentro de la casa real. 

La reina, en marzo en los Premios Nacionales de InvestigaciónGetty Images

De blanco impoluto, con el rostro relajado y dedicando muestras de cariño a su marido y a sus hijas. El 19 de junio de 2014, el día de la proclamación de Felipe VI, el lenguaje corporal de la reina Letizia parecía anunciar una nueva etapa y un borrón y cuenta nueva con su etapa de princesa de Asturias.

Tras diez años en Zarzuela, Letizia se convertía en reina consorte con la Corona en su peor momento, con los escándalos del rey Juan Carlos e Iñaki Urdangarin poniendo contra las cuerdas la reputación de la institución. Llegaba también el momento de diseñar su propio papel como reina después de una década de constante evaluación y de situarse en un segundo plano.

“Creo que podemos decir que la reina en estos diez años ha encontrado su sitio”, defiende Marina Fernández, directora directora de comunicación de la Escuela Internacional de Protocolo. “Ahora mismo ella está más cómoda que nunca en su papel y eso lo transmite en público. Se la ve con muchísimo dominio de la situación, disfrutando de los eventos en los que participa, se la ve cómoda, tranquila y a gusto. Creo que eso es el reflejo del trabajo que se fue haciendo durante su etapa de princesa de Asturias”, explica Fernández.

"La reina en estos diez años ha encontrado su sitio. Está más cómoda que nunca en su papel"
Marina Fernández, directora directora de comunicación de la Escuela Internacional de Protocolo.

Es algo en lo que coincide Diana Rubio, doctora en comunicación, politóloga y experta en protocolo, imagen y etiqueta, que cree que destaca que la reina muestra “mucha más confianza que hace diez años”. “Es cierto que ha tenido una formación exhaustiva y en profundidad sobre lo que significa ser reina y desde que llegó a ese rol ha ido demostrándonos que está totalmente preparada para ello hasta incluso ver esa marca personal que ha ido desarrollando”, matiza la experta.

  Los reyes, durante la proclamación de Felipe VI en el CongresoGetty Images

Para Martín Bianchi, periodista y autor de Letizia en Vetusta, la consorte ahora “tiene libertad dentro de lo que permite el margen del protocolo y de palacio". “Se la nota mucho más cómoda y espontánea, y que se puede permitir hacer cosas que igual antes no le dejaban”, asegura el escritor. “Hay dos grandes etapas: la de princesa, que fueron años complicados que coincidieron con la maternidad, que implica un montón de ajustes, y esta segunda etapa mucho más liberada”, añade Bianchi.

“Los primeros diez años fueron más difíciles porque ella tenía que encontrar su sitio en un momento en el que en la institución mandaba el rey Juan Carlos y son estilos muy diferentes”, asegura el periodista. La abdicación del antiguo monarca no fue solo un antes y un después para la institución, sino también para Letizia, que aprovechó la oportunidad de dejar su huella.

Una princesa cuestionada

Letizia Ortiz pasó de presentar el telediario y vivir en un piso en Valdebernardo (Madrid) a ser princesa de Asturias y mudarse a Zarzuela. Su llegada a la familia real no fue fácil y la ahora reina consorte fue cuestionada tanto dentro como fuera de la corona desde antes de que pronunciara el ‘sí, quiero’.

“Cuando llegó ella a Zarzuela el rey Juan Carlos estaba en la plenitud de su reinado y todavía nadie discutía nada sobre su imagen y lo que hacía. Esa etapa fue muy complicada para Letizia y en los medios había un debate permanente sobre ella, una evaluación constante"
Martín Bianchi, periodista de 'El País' y autor de Letizia en Vetusta

“Cuando llegó ella a Zarzuela el rey Juan Carlos estaba en la plenitud de su reinado y todavía nadie discutía nada sobre su imagen y lo que hacía. Esa etapa fue muy complicada para Letizia y en los medios había un debate permanente sobre ella, una evaluación constante. Sobre todo en los primeros años fue bastante insoportable porque los medios estaban todo el día evaluando lo que hacía y cómo lo hacía, si era distante, si era cercana, si estaba demasiado delgada... Nunca acertaba. De esa etapa creo que la gente ya se ha olvidado”, reflexiona Bianchi.

De hecho, Diana Rubio recuerda de la etapa de princesa de Asturias que Letizia “estaba muy triste”. “Antes estaba un poco más impostada. Creo que también ha sido el tiempo y que ella no viene de la realeza, viene de una familia normal de trabajadores y ahí es donde vemos la evolución de la reina. De estar algo más ingenua, más seria, más nerviosa a como la vemos ahora, que es natural, habla con todo el mundo, sonríe, toca y la tocan. En estos veinte años dentro de Zarzuela creo que la evolución vamos... progresa brillantemente”, defiende la experta.

Por su parte Marina Fernández cree que Letizia “lo ha hecho bien siempre” pero que ha tenido que pasar por un proceso de aprendizaje como el resto de consortes de otras monarquías europeas. “Máxima de Holanda, Mary de Dinamarca, Mette Marit de Noruega, el príncipe Daniel de Suecia... A excepción de la princesa de Gales, que parece que nació preparada para ser princesa fuera de la familia real, todos los demás, incluida la reina Letizia, han tenido que pasar por esa época de adaptación para un puesto para el que no nacieron preparados”, cuenta la experta en protocolo, que sí cree que durante la etapa de princesa la prensa fue “más dura y abrasiva”.

  La reina, charlando con unos libreros en la Feria del Libro de MadridGetty Images

“No creo que ahora se haga menos porque ahora ella tiene más poder, sino que terminada esa etapa ahora tiene un papel mucho más asentado y unas maneras de trabajar más firmes y deja menos ventana a la posible crítica”, defiende Fernández. Además, la experta recuerda que “nos guste o no”, la función principal de Letizia durante su etapa de princesa de Asturias era dar herederos a la Corona y no tanto destacar en diferentes actos.

Una vez nacieron Leonor y Sofía, Fernández explica que Letizia fue trabajando paralelamente para encontrar su sitio: “Además de aportar herederos tenía que encontrar su camino, buscar qué causas le interesaban más, qué podía aportar más a la institución. Todo ese camino se recorrió durante la etapa de princesa y ha alcanzado su culmen en esta etapa de reina. Creo que estamos viendo el resultado de muchos años de trabajo”.

"Nos está dejando ver su propia marca, sus matices, que son muy reconocibles"
Diana Rubio, doctora en comunicación, politóloga y experta en protocolo, imagen y etiqueta,

Rubio recuerda que la reina tuvo diez años para observar y diseñar un papel a medida para ella. “Ha tenido la inspiración de la reina Sofía, que ha sido su predecesora. Ella ha visto qué es lo que quería adquirir como reina de la reina Sofía pero nos está dejando ver su propia marca, sus matices, que son muy reconocibles”, asegura la experta. Para ella, a pesar de que fueron difíciles, la década de princesa “le vino muy bien sobre todo para empezar a soltarse un poco con esa formación y conociendo lo que significaba estar dentro de una casa real”.

La reina, cada vez más cómoda

Desde que se convirtió en reina consorte, Letizia se ha preocupado en desmarcarse del estilo de la reina Sofía y apostar por un papel quizás más ‘ejecutivo’ que el de su predecesora. La reina es conocida por prepararse concienzudamente antes de participar en un acto, foro o en cualquier tipo de reunión y todos los que han coincidido con ella concuerdan en que se muestra interesada y sabe al dedillo lo que toca.

“El papel lo escribe cada reina porque como en la Constitución no hay nada escrito salvo una regencia y esa etapa ya pasó. A nivel constitucional Letizia ya ha cumplido con su trabajo, que era tener hijos y estar disponible por si ocurría algo y tenía que ejercer una regencia. Lo que haga es un poco lo que ella quiera”, recuerda Martín Bianchi. El periodista que ella misma “ha diseñado las causas que apoya” como las enfermedades raras, la salud mental, la inclusión de las mujeres víctimas de trata o la nutrición y “el tipo de discursos que hace”.

En los últimos años, Letizia ha conseguido que no se analicen únicamente con detenimiento las prendas que viste o sus gestos, sino los discursos que pronuncia. Ya sea contando una anécdota de su época universitaria o ‘rapeando’ por la salud mental. “Eso no lo habíamos visto nunca. Está más cerca de la sociedad actual de lo que mucha gente piensa”, defiende Rubio aludiendo a la intervención de la reina recitando los versos de El Chojín.

“Nos está demostrando que las casas reales no son lo que eran, tan arcaicas. Igual que en los primeros años la gente la criticaba muchísimo, ella ha sabido crecerse en las adversidades y malas palabras para demostrar que estaba más que preparada para ser reina y demostrar que es una reina del siglo XXI”, añade la experta en Imagen.

Para Marina Fernández, el “cambio a nivel institucional de casa real es profundo y es evidente” desde que Letizia y Felipe son reyes. “¿Letizia ha ayudado a la institución? Absolutamente sí. Yo creo que ambos, es un trabajo en equipo y se ha visto. Porque mira doña Sofía, que su papel fue siempre irreprochable, la crisis de reputación vino por parte del rey Juan Carlos, pero si uno falla en ese equipo... es muy difícil separarlo”, reflexiona la experta.

El futuro de Letizia y la imagen de casa real

Desde diversos sectores en los últimos años se ha encumbrado a la reina Letizia como el mayor activo de la corona actualmente y se ha demandado a casa real que le de más protagonismo y aproveche su tirón. ¿Ha ayudado la reina a salvar la imagen de la corona después de los escándalos del emérito y de Urdangarin? “Para empezar es la única que no tiene ningún tipo de vinculación con un escándalo de corrupción, que no es poco”, responde rotundo Bianchi.

“Letizia es la única que no tiene ningún tipo de vinculación con un escándalo de corrupción, que no es poco”
Martín Bianchi

“El rey Juan Carlos, incluso la reina Sofía por las tarjetas black, Urdangarin, la infanta Cristina... están todos salpicados. Felipe VI aunque hizo esa renuncia un poco simbólica a la herencia, que no tiene ninguna validez real porque no puedes renunciar a una herencia si no ha muerto la persona, entonces todavía está por ver... En ese sentido ella es la que mejor imagen supongo que tiene porque tampoco hay encuestas del CIS desde hace una década. En realidad no sabemos cuál es la valoración que le hacen a ella los españoles, ni a Felipe ni a la institución como tal. Se intuye que probablemente sea Letizia la que tenga mejor valoración”, asegura el periodista.

Por su parte Rubio cree que la reina “ha ayudado a mejorar la reputación” de la monarquía, especialmente en cuestiones de comunicación. “A la casa real le ha venido muy bien que la reina Letizia sea como es. En los años de princesa más que poco aprovechada sabía que su papel estaba en un segundo plano porque no podía destacar por encima de los reyes y es cierto que cuando ella empezó a adquirir cierto protagonismo en los primeros actos fue cuando la veíamos con ese nerviosismo propio de las primeras veces”, recuerda la experta, que cree que Letizia está dejando de lado cada vez más la imagen impostada que proyectaba al principio.

“A la casa real le ha venido muy bien que la reina Letizia sea como es"
Diana Rubio

“Ella tiene un rol diferente al del rey, obviamente, pero es un tándem que no podemos negar que funciona. Me viene a la cabeza el momento de recrear la imagen de hace veinte años en los Premios Princesa de Asturias, que deja claro que cada vez se están sintiendo más cómodos”, ejemplifica Rubio, que cree que en el futuro la reina debería seguir apostando por esa línea de naturalidad.

Para Fernández, la reina también “debe seguir por este camino” y mantener lo que está haciendo actualmente en sus actos e intervenciones. “Su figura es absolutamente fundamental por el interés que despierta, es fundamental para poner el foco en causas que no son tan conocidas. Las enfermedades raras, los viajes de cooperación o la salud mental, que antes no eran tan visibles, gracias a su apoyo ahora están mucho más en la conversación”, defiende la experta en protocolo.

“Su figura es absolutamente fundamental por el interés que despierta, es fundamental para poner el foco en causas que no son tan conocidas"
Marina Fernández

“Siempre tengo la sensación de que se los puede ver más”, confiesa Bianchi sobre en qué cree que podía mejorar Letizia y la familia real en general. “Durante mucho tiempo no se la aprovechó, sobre todo como princesa. Ahora sí se nota mucho más, hay muchos más actos que dejan huella, generan conversación, impacto, y se nota muchísimo esa diferencia. ¿Podrían hacer más? Sí, pero también es cierto que llevamos años con una inestabilidad política enorme”, asegura el periodista.

El autor recuerda que “el reinado de Felipe VI coincide con una etapa convulsa” y unos años bastante accidentados también por la pandemia, circunstancias que inevitablemente han impacto en sus decisiones. “Eso los limita muchísimo de hacer cosas porque como que nunca está el ambiente que se predisponga para que tengan más margen y eso es complicado. Para todo lo que hagan ellos tienen que pedir permiso, los discursos del rey los lee el gobierno... todo eso influye”, añade Bianchi.