El buen 2023 de la familia real liderado por la cadete Leonor y la periodista Letizia
Este ha sido un año crucial para la familia real, marcado por la mayoría de edad de la princesa de Asturias y una nueva estrategia de comunicación, más actual y cercana capitaneada por la reina.
Ha sido un nuevo golpe de efecto: la versión más espontánea y comunicativa de Letizia, junto a Guillermo Fesser y Juan Luis Cano en el especial de Movistar Plus+ Gomaespuma: el reencuentro, ha acaparado centenares de titulares. Despide la reina el 2023 siendo 'tendencia', en un año crucial para la familia real, un punto de inflexión señalado por la mayoría de edad de la princesa Leonor y evidencias de un cambio certero en la comunicación de la institución.
Una institución en la que se podría pensar que empiezan a cicatrizar las viejas heridas que abrieron los escándalos económicos del emérito y los delitos juzgados a Iñaki Urdangarín —que los llevaron a Abu Dabi y a la cárcel de Brieva (Ávila), respectivamente—, y esto ha permitido, por primera vez en muchos años, una reunión familiar sin secretos ni ausencias. Fue el pasado 20 de diciembre, cuando la familia del rey al completo se reunió en un prestigioso restaurante madrileño para celebrar el 60º cumpleaños de la infanta Elena. Contra todo pronóstico, Felipe VI y Letizia acudieron a la cita e incluso se regodearon en su aparición y recorrieron los últimos metros caminando, dejándose fotografiar y saludando amablemente a la prensa que estaba a las puertas del local.
La hija mayor de los eméritos había conseguido lo impensable: el acercamiento de los reyes con el resto de la familia. Sólo se echó en falta a las hijas de los monarcas, Leonor y Sofía, que se encontraban en Zaragoza y Gales, respectivamente, afrontando los últimos días de clase antes de la Navidad.
El día histórico que Leonor superó con nota
Contrasta la actitud de todos y cada uno de los miembros de la familia del rey el pasado 20 de diciembre con la que mantuvieron en la celebración de carácter privado que tuvo lugar en el palacio de El Pardo con motivo del 18 cumpleaños de la princesa de Leonor —a la que solo faltaron sus primos paternos Victoria Federica, Frolián y Juan Valentín, y su prima materna Carla Vigo—. Aquel día, entre coches con lunas tintadas, miradas huidizas y saludos por compromiso, llegaron los invitados a la fiesta de la que no trascendió ninguna imagen, ningún comentario pero sí la incomodidad de algunos.
Seguramente ese 31 de octubre fue uno de los días más tensos para el rey emérito, que viajó desde Abu Dabi con la negativa expresa de no poder dormir en Zarzuela y con la no invitación a la celebración institucional por el 18º cumpleaños de su nieta: la jura de la Constitución ante las Cortes. Su mujer, la reina Sofía tampoco acudió para no hacer distinciones con su marido.
Sin la presencia de sus abuelos paternos —ni maternos—, pero con el apoyo y la complicidad de sus padres y su hermana, Leonor vivió exultante esa jornada histórica por su mayoría de edad. Vestida con un impecable traje blanco confeccionado por la sastrería de confianza de su padre, sin perder la sonrisa, tímida pero segura, la hija mayor de los reyes fue la gran protagonista de la solemne ceremonia de la que toda la prensa internacional se hizo eco.
Ha nacido la Leonormanía
Aunque la jura de la Constitución fue el acto que terminó de confirmarlo, lo cierto es que 2023 ha sido el gran año de Leonor, en el que la princesa de Asturias se ha dejado ver ilusionada y preparada para el importante papel que tiene adjudicado, además de hacer gala de un estilo propio y de mostrar un lado más íntimo. Ocurrió en el desfile del 12 de octubre o en su la jura de bandera.
Todo cambió el mismo día que abandonó el UWC Atlantic College de Gales, después de dos años de estudios y alejamiento mediático. Ya el día de la graduación, los reyes y sus hijas hicieron algo que nunca habían hecho: compartieron el primer selfie familiar en el que hasta la reina Letizia ponía los oportunos morritos.
Después llegó el tradicional posado veraniego y, el 17 de agosto, la emocionante despedida de Leonor a las puertas de la Academia Militar de Zaragoza para comenzar su instrucción como cadete. La princesa iniciaba una nueva etapa de su formación que ha traído numerosas anécdotas y novedosas imágenes que han ido desvelando algunos de los rasgos de su personalidad.
Perfectamente integrada en la vida cuarterlaria, Leonor sorprende de vez en cuando a los vecinos de Zaragoza saliendo a divertirse por las zonas de moda de la ciudad; ha hecho piña con muchos de sus compañeros, que fueron invitados por los reyes a la recepción por el Día de la Fiesta Nacional y dejaron divertidas imágenes durante el besamanos; y ha mostrado su fortaleza y buen estado de forma durante las prácticas militares en las pistas nevadas de Astún, en el valle de Aragón.
Felipe, Letizia y el nido vacío
Poco después de que Leonor ingresase en la Academia de Zaragoza, a Letizia y Felipe les tocó despedirse también de su hija pequeña que puso rumbo a Gales al inicio del curso. La infanta Sofía, al igual que su hermana, también estudiará los dos cursos de Bachillerato en el prestigioso internado de Gales, dejando definitivamente solos a sus padres en el palacio de El Pardo.
Como muchos, los reyes han hecho frente estos últimos meses de 2023 al síndrome del nido vacío: la sensación general de soledad que afecta a los progenitores cuando sus hijos abandonan el hogar. Ellos han tratado de paliarla con salidas culturales o de ocio, juntos o por separado, y con trabajo, porque su agenda ha estado repleta de actos, recepciones, reuniones, encuentros y viajes. Por cierto, que en el último viaje oficial, el que hicieron a Dinamarca, nuestros monarcas tuvieron que enfrentar una peliaguda situación que tuvo a Federico de Dinamarca como protagonista y Madrid como escenario del escándalo real: el príncipe heredero fue fotografiado en la capital en compañía de Genoveva Casanova, la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo, y las imágenes se hicieron públicas precisamente esos días de visita.
Claro que esta comprometida situación no fue fuente de preocupación para el rey, que sí ha afrontado días complicados derivados de las críticas y reproches de los que ha sido objetivo por el controvertido proceso que supuso la elección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y la Ley de Amnistía acordada con Junts. Menos mal que las preocupaciones derivadas del posible regreso de su padre a España se han calmado: el emérito ha vuelto en varias ocasiones, a las regatas o a participar en celebraciones familiares, pero ha mantenido un perfil bajo y no ha 'amenazado' con instalarse aquí definitivamente y abandonar el 'destierro' de Abu Dabi.
Además, Juan Carlos cuenta desde el mes de enero con un acompañante de excepción en Emiratos Árabes, su nieto Froilán. El hijo mayor de la infanta Elena puso rumbo a Abu Dabi para alejarse de las polémicas que le rodeaban y allí parece haber encontrado calma y un buen trabajo en una petrolera que, incluso, le llevó a participar en la Cumbre del Clima que tuvo lugar en Dubai en diciembre.
Letizia de perfil bajo y popularidad en alza
Con la marcha de sus dos hijas de casa —pero ejerciendo de guía y apoyo de las dos—, la reina ha visto alterada sus rutinas diarias, con más tiempo para ampliar sus compromisos sociales y disfrutar de sus aficiones.
Su tiempo libre lo emplea en ir al cine, leer, practicar ejercicio, ir de compras —no se pierde una edición de la feria Biocultura de consumo responsable— o quedar con sus amigas. Bueno, quedar con ellas o presentarse por sorpresa en la firma de libros de una de sus íntimas, Sonsoles Ónega, periodista y ganadora del premio Planeta 2023.
Estilísticamente hablando, a lo largo de este 2023, Letizia ha preferido mantener un perfil bajo, ha tirado mucho de fondo de armario y ha dejado el protagonismo a sus hijas en los actos en los que ellas han estado presentes. Además, a la reina le ha salido un serio competidor en elegancia, su marido. En el mes de julio, un hilo de Twitter del crítico de moda masculina Derek Guy analizó exhaustivamente su atuendo en la final de Wimbledon y describió a Felipe VI como "el rey mejor vestido de Europa". Muchos fueron los medios europeos que también se hicieron eco de la impecable imagen del rey de España.
Ahora bien, aunque la consorte haya dado un paso atrás como 'reina de estilo' ha sabido mantener la atención mediática y ha seguido acaparando titulares con su espontaneidad y recursos comunicativos. Ha protagonizado divertidas anécdotas, como el 'teatrillo' que hizo cuando no le sirvieron copa para brindar en la Cumbre de Granada; y ha tirado de ingenio para mandar contundentes mensajes, como cuando rapeó una letra del músico madrileño El Chojín en el Día Mundial de la Salud Mental.
Sofía: el fútbol, Rubiales y su elogiado papel secundario
El verdadero derroche de espontaneidad de Letizia tuvo lugar con la victoria en el Mundial de la selección femenina de futbol la histórica mañana del 20 de agosto. La reina viajó hasta Sidney con su hija pequeña, gran aficionada a este deporte, y disfrutaron de lo lindo con las celebraciones de la chicas de La Roja, que incluso las hicieron botar.
Claro que la alegría del triunfo también tuvo su 'cara B': durante el partido compartieron palco con Luis Rubiales y fueron testigos de algunos de los desagradables gestos del ya expresidente de la Real Federación Española de Fútbol. Después llegaron 'el piquito' sin consentimiento a Jenni Hermoso, las denuncias de las compañeras, el #Seacabó y la gran victoria social del deporte femenino.
Para la infanta Sofía, seguro que esa fue una jornada inolvidable, lejos del protocolo y la oficialidad de algunos de los actos en los que ha ejercido de fiel y cariñosa escudera de su hermana. En su papel de secundaria, su carácter risueño, sus gestos inocentes y sus looks frescos y actuales han arrancado titulares y halagos.
Desde la jura de la Constitución de su hermana no se ha vuelto a ver a Sofía, concentrada en su nueva etapa escolar en Gales. De ese día, unas imágenes en las que caminaba despistada alejándose del itinerario que seguían sus padres y Leonor hicieron las delicias de sus fans, que cada vez son más.
Con la vista puesta en el 86º cumpleaños de Juan Carlos
Si la comida de cumpleaños de la infanta Elena acercó a la familia del rey al finalizar el año, una nueva celebración al iniciar 2024 confirmará en qué punto se encuentran de verdad las relaciones entre ellos: el 86º cumpleaños del rey emérito. Cuentan desde su círculo más cercano que Juan Carlos está preparando una gran fiesta en Abu Dabi a la que están invitados amigos íntimos y destacados nombres de la política, la cultura y la sociedad de nuestro país.
Parece que la presencia de sus hijas, Elena y Cristina, está confirmada. También la de su nieto Froilán, pues vive allí, y la de la Victoria Federica —este año se ha afianzado como influencer e imagen de marcas de lujo—, que está muy unida a su abuelo. En duda están algunos hijos de Cristina —por compromisos deportivos, Pablo, o profesionales, Juan Valentín y Miguel—, excepto la hija menor, Irene, que ya ha abandonado Madrid para trabajar como voluntaria en Ginebra y que parece que sí podrá acompañar a su madre hasta Emiratos Árabes. La reina emérita, doña Sofía, también es duda pues lleva meses entregada al cuidado de su hermana Irene, aquejada de graves problemas de salud.
¿Y los reyes? Todo apunta a que no: el día 6, el día de Reyes, un día después del cumpleaños del emérito, se celebra la Pascua Militar que presidirán los reyes y a los que acompañará, por primera vez, Leonor vestida de dama cadete. ¿Casualidad o jugada maestra para desviar el interés mediático?