Un psicólogo revela el peligro de estas 3 palabras para los niños y pide a los padres que las eviten
Determinadas frases provocan un sentimiento de vergüenza en los niños, que bloquea el aprendizaje y frena el pensamiento crítico.

Ya sabes que las palabras que se dicen importan, y mucho. Pero en el caso de las que decimos a nuestros hijos, debemos prestar especial cuidado con lo que les decimos. Adam Galinsky , profesor de la Escuela de Negocios de Columbia y autor de Inspire: El Universal Path de Leading Yourself and Others (Harper Collins), es decir, en el que explica cómo influye lo que decimos a nuestros hijos puede de forma directa en su percepción de sí mismos. Las palabras pueden reforzar su confianza o, por el contrario, hacerles sentir inseguros. Éste es precisamente el problema principal que podemos generarles.
En concreto, este experto hace referencia a tres palabras que pueden ser demoledoras para los niños. Son las que forman la frase: "Estos decepcionado contigo". Seguramente nos la han repetido a muchos de niños y no es nada raro que muchos progenitores la digan en momentos determinados. Seguramente lo hagan con la mejor intención y con la idea de reconducir una mala conducta de los niños, pero éste no es el realidad el efecto que tienen en ellos.
Galinsky advierte en su libro que esta frase provoca "un sentimiento de vergüenza en los niños, una emoción que bloquea el aprendizaje y frena el pensamiento crítico". Pero también aporta una alternativa en positivo: "En lugar de decir esa frase es preferible optar por fórmulas que inviten a la colaboración y la reflexión, como '¿cómo crees que podemos hacerlo mejor la próxima vez?', por ejemplo".
Según este especialista, el enfocarlo de una manera diferente y más positiva y menos de acusación, evita sentimientos de vergüenza y, además, promueve habilidades importantes, como la toma de decisiones, la responsabilidad y la resolución de problemas.
Y una última pista que nos da para que tengamos cuidado con las palabras que escogemos al dirigirnos a nuestros hijos en relación con temas que pueden afectar a su autoestima, está la distinción entre "vergüenza" y "culpa". Y explica que "vergüenza" desencadena sensaciones de inadecuación y hace que los niños eviten encarar los errores por miedo a volver a sentirse mal, pero, sin embargo, la "culpa" es una emoción más constructiva que puede motivar a reconocer los errores y buscar soluciones.