Sonsoles Ónega: "Con el Planeta no me he vendido al diablo. Así que nada, paraguas abierto"
La periodista es la ganadora del Premio Planeta 2023 por las 'Las hijas de la criada', la historia de tres generaciones de una familia conservera de la costa gallega que arranca con el intercambio de dos niñas.
Solo 48 horas después de que saliese a la venta, Las hijas de la criada, la novela ganadora del Premio Planeta 2023 ya se había colocado entre los libros más vendidos. "Tenía muchísimas ganas de que llegase este momento porque al final lleva tanto tiempo el libro en la incubadora, que es el ordenador, que estaba deseando que estuviese en las librerías, bibliotecas, que los lectores lo lean y escucharlos. Yo aprendo muchísimo escuchando a los lectores porque a veces te dan soluciones y distintos finales en los que yo no había pensado", asegura la periodista Sonsoles Ónega, autora del que es el gran lanzamiento editorial del otoño.
La trama de la novela, que se sitúa en Galicia y es la historia de tres generaciones de una poderosa familia conservera de la costa, arranca con el intercambio de dos niñas, un acontecimiento "determinante en la historia". "Si hay alguna intención en esta novela es la de desvelar desde el principio el gran secreto de esta familia, el intercambio de las niñas, porque condiciona su vida de forma radical. Y también hay intención en contársela al lector cuanto antes para que me vaya acompañando a mí como narradora y a ellos como protagonistas", explica la autora a la que la inspiración le llegó desde el plató del programa que conducía en Mediaset, cuando tuvo que contar la noticia del intercambio de dos niñas en Logroño en 2002.
A partir de este suceso, Ónega construye un relato que tiene a poderosas mujeres como protagonistas e impulsoras de importantes cambios sociales: "Esas conquistas sociales sí se aprecian en la novela. Yo creo que sería impensable que alguien a finales del diecinueve hubiera hecho una una escuela de mujeres en la fábrica y Clara es capaz de hacerlo".
Reconoce que, hasta el momento de ponerse a escribir, no conocía apenas nada de cómo funcionaba la industria conservera gallega y del importante papel económico que cumplió. Así que la labor de documentación ha sido un intenso trabajo de lectura y de visitas al Museo Massó, en Bueu: "Para ver esta novela no hace falta esperar una adaptación cinematográfica porque está todo muy bien conservado por parte de la familia Massó en este museo".
Por supuesto, en esa labor de documentación ha sido fundamental la hemeroteca una vez más, porque es algo que ya ha hecho en algunas de sus anteriores novelas pues "los periódicos siempre han sido los mejores notarios de la realidad". Además, lleva el periodismo en vena y cree que eso se nota a la hora de escribir: "Si mi literatura vive algo del periodismo es el saber buscar y saber recurrir a las fuentes rápido. Saber discernir, saber dónde encontrar el detalle bonito que enriquece una novela. Ahí sí que me sale la periodista".
"Yo soy periodista, lo entiendo todo"
Sonsoles Ónega lleva más de dos décadas ejerciendo de periodista y, aunque en 2018 dio el salto como presentadora, son sus años de reportera, de cronista parlamentaria, los que marcaron su devenir profesional. "En la calle se aprende mucho del ser humano, se aprende mucho de los acentos, de cómo habla la gente", argumenta.
Confiesa sentir cierta debilidad por la crónica política, aunque en el momento actual no la echa nada de menos: "Hay un deterioro del discurso político, de la argumentación política, de la política que quizá yo he idealizado por mil motivos, pero que sí llegué a conocer en los años en los que hacía Congreso de los Diputados... Fíjate que yo llegué a la segunda legislatura de Zapatero, que le faltaban un puñado de escaños, pues no sé si eran seis o siete para la mayoría absoluta, y lo pasaba fatal. Imagínate ahora lo que es gobernar con 120 escaños. Pues es una locura y lleva a cierto deterioro hasta de los principios, te diría".
Precisamente porque conoce esta profesión ha podido mostrarse tolerante con las críticas que recibió al conocerse que era la ganadora del Premio Planeta: "Yo soy periodista, lo entiendo todo. Los periodistas somos especialistas en buscar el titular malo y sacarlo, y yo entiendo perfectamente este oficio y no me enfada nada, ¿eh?". A pesar de ello no esconde que está dolida porque no hayan esperado a que el libro estuviese en la calle, sin echarle una mínima visual a las páginas.
"Si hay algo que me ha dolido es que las críticas a este premio, que es a una novela, no a una carrera literaria ni a una escritora, es que se hayan hecho sin esperar a que el libro esté en la calle", explica rotunda.
También insiste en que esta no es su primera novela y lleva muchísimos años publicando con Planeta, cuando todavía no estaba en Atresmedia y nunca ha vinculado una cosa con la otra. "Con el Planeta no me he vendido al diablo. Así que nada, paraguas abierto y esperar a los lectores", sentencia finalmente.