La anticuada razón por la que las mujeres japonesas no pueden preparar sushi

La anticuada razón por la que las mujeres japonesas no pueden preparar sushi

La temperatura de las manos era la excusa para mantener esta ancestral tradición

Un chef prepara atún para hacer sushi.Rainer Puster via Getty Images

Con permiso de los adictos a sus propias tradiciones, sean regionales, familiares o íntimas, a menudo resulta increíble que algunas se sigan manteniendo, a pesar de que los motivos que las sustentan a muchas personas nos parezcan surrealistas.

Un caso que llama la atención es la tradición japonesa ancestral de que las mujeres no pueden hacer sushi. Sí, ya puede cerrar la boca. Aunque la razón merece que la mantenga abierta un rato más: resulta que, al tener la menstruación y muchos cambios hormonales, parece ser que la temperatura de las manos de las mujeres no es la apropiada porque emanamos más calor corporal, en concreto, que las manos que los hombres.

Ahora, cuando se rasca un poco sobre este tema, muchos confiesan que, en realidad, las mujeres japoneses sí cocinan sushi en sus casas. Con lo cual llegamos a la conclusión de que, dado que para los japoneses hacer un buen sushi es algo realmente relevantes, cosa que no les discutimos, son los hombres los que tradicionalmente se reservaban este mérito para ellos. Uno más, hay que decir, encaminada a dejar a las mujeres en un segundo plano dentro de la cultura y tradición del país nipón.

Afortunadamente, ya no todos los japoneses defienden esta tradición (aunque algunos sí) y para muestra un botón. Precisamente es una mujer en la actualidad una pionera en el mundo del sushi a nivel internacional, por las variedades que ha creado y la diversificación de sus preparaciones. Se trata de la chef Yuki Chidui, que ha sido premiada en diversos países por su liderazgo empresarial y por su alta cocina.

Esta chef abrió un restaurante en Tokio, en 2010, llamado Nadeshico sushi, en el que únicamente daba trabajo a mujeres. Una manera que ha resultado muy efectiva para resaltar y reivindicar el papel de las mujeres en la cocina, ahora, por fortuna para muchos paladares, tanto en el ámbito privado como en el público.