El gran fiasco militar de los ingleses en el Caribe español a causa de su mala adaptación al entorno
Una cadena de malas decisiones hicieron caer a Inglaterra frente a las tropas españolas.
Una de las derrotas más humillantes de Inglaterra fue contra España. Concretamente, cuando en 1655 los británicos querían hacerse con el control de Santo Domingo. Cuatro siglos más tarde se sigue recordando cómo este plan ambicioso del bando inglés, bajo el liderazgo de Oliver Cromwell, acabó fracasando por una serie de malas decisiones y la falta de adaptación al entorno.
La operación, conocida como la Western Design, fue concebida por Cromwell como parte de su "Designio Occidental", un proyecto que tenía el objetivo de debilitar a España y expandir el poder inglés en América. La expedición zarpó de Portsmouth en diciembre de 1654 con 18 barcos de guerra y 20 de transporte, llevando a bordo 2.500 soldados.
Sin embargo, desde el inicio, la logística dejó mucho que desear. Las tropas estaban mal alimentadas y escasamente equipadas. A esta fuerza se unieron en Barbados otros 5.000 soldados, cuya integración solo agravó la falta de recursos y la confusión interna pues se caracterizaban por su indisciplina.
El choque con el entorno y la estrategia española
El mal diseño de la estrategia inglesa fue evidente desde el inicio. El 14 de abril de 1655, llegaron a Santo Domingo, donde intentaron distraer a los defensores españoles con un plan que resultó ser un caos logístico, debido a las enfermedades, el hambre y el sofocante clima caribeño. Mientras, los españoles, a pesar de contar con recursos limitados, aprovecharon su conocimiento del terreno y organizaron emboscadas en pasos estrechos y bosques.
Uno de los episodios más evidentes de la mala organización inglesa fue el ataque de una caballería de apenas 120 jinetes españoles que, en un paso estrecho, desarticuló a los 6.000 soldados ingleses avanzando hacia la capital. Los británicos, desorientados por el terreno y aterrorizados por las noches, donde incluso confundían a los cangrejos con soldados enemigos, perdieron toda coherencia.
La expedición, tras perder más de 1.000 hombres, se retiró a mediados de mayo en un estado de total desorganización. La flota intentó bombardear la ciudad sin éxito y el conflicto interno entre los líderes británicos, William Penn y Robert Venables, intensificó el desastre.
Un premio de consolación
Tras el fracaso en Santo Domingo, los británicos dirigieron su atención a Jamaica, una isla de menor importancia económica. Allí, los españoles aplicaron una estrategia de tierra quemada, dejando el interior de la isla sin recursos para los invasores. Finalmente, los ingleses lograron hacerse con el control gracias al desgaste y al abandono español.
Sin embargo, la conquista de Jamaica estuvo lejos de ser un éxito rotundo. Los pocos españoles que permanecieron en la isla continuaron resistiendo durante años desde el interior, mientras que intentos posteriores desde Cuba para recuperar el control fracasaron debido a la falta de coordinación y recursos.
Un fracaso histórico
La expedición de Cromwell al Caribe quedó marcada como un fiasco histórico, convenientemente apartado a un segundo plano en la historia británica. Aunque Inglaterra consiguió Jamaica, el coste humano y político de la campaña superó con creces sus beneficios.
Por su parte, España, demostró que su dominio en América seguía siendo resistente. La victoria en Santo Domingo no solo detuvo temporalmente las aspiraciones inglesas, sino que justificó la importancia de la adaptación al entorno y de una estrategia defensiva bien coordinada, incluso frente a un enemigo con mayores recursos.