Los supermercados españoles anuncian el fin de la crisis de las empanadillas de la abuela
La fábrica de Cantabria que elabora estas masas en España empezó a producirlas hace semanas y ya se ha iniciado la distribución progresiva en los puntos de venta.
Pocos días después de que el avance de la pandemia del Covid-19 obligase al Gobierno a decretar el estado de alarma en España, las estanterías de los supermercados se vaciaron de, sorprendentemente, papel higiénico. Dos años más tarde, en 2022, semanas después del estallido de la guerra en Ucrania, los consumidores españoles se volvieron "locos" y al enterarse de que empezaba a escasear, se lanzaron en masa a comprar botellas de aceite de girasol -más del 60% se importa desde tierras ucranianas-, lo que también terminó por afectar al precio del aceite de oliva, elevándolo a valores nunca vistos.
Este año, en 2024, sin embargo, el producto más buscado en las estanterías de muchos supermercados, como Mercadona, Carrefour o Alcampo, no ha sido ni un producto de higiene personal, ni tampoco el ingrediente que mejor describe de la dieta mediterránea. Este año, el artículo más deseado y por el que más se preguntaba a los empleados en los pasillos del súper eran las obleas para hacer empanadillas.
La crisis fue de tal calado y la desesperación de muchos clientes por conseguir una única unidad del producto fue tan grande que el fabricante, a través de las redes sociales, tuvo que emitir un comunicado para explicar la razón del desabastecimiento de la masa para las empanadillas: "Estamos experimentando una falta de abastecimiento de harina que cumpla con nuestras especificaciones técnicas para garantizar las cualidades de nuestros productos", dijo en las redes sociales a un usuario que preguntaba por la escasez.
La crisis de la oblea de empanadilla se acaba en Navidad
Ahora, seis meses después de que las obleas para hacer empanadillas desapareciesen de las estanterías de los súper en España, Buitoni, la marca del grupo Nestlé que fabrica las masas más populares del mercado español, ha informado que después de que la última cosecha de cereal les haya provisto de "la harina que cumple con las especificaciones necesarias para las cualidades de las obleas originales", dan por superada la crisis y, desde esta semana, volverá a comercializar el producto.
La fábrica de Nestlé en La Penilla de Cayón (Cantabria), que elabora estas masas, empezó a producirlas hace semanas y, justo para la temporada de Navidad, época del año de alta demanda, ya se ha iniciado la distribución en todos los puntos de venta en España. Según el director de Culinarios de Nestlé España, André Moura, el proceso para dar con la harina específica fue "meticuloso". Moura destaca que el objetivo final de la compañía era el de mantener la calidad que hace que la masa se fácil de manipular y ni se rompa ni se pegue.
Por si fuera poco, Nestlé ha aprovechado el regreso de las obleas para empanadillas para presentar una novedad. No todo es la nostalgia que provoca la receta original de la masa tradicional de la abuela. Así que Buitoni ha introducido un toque moderno en su catálogo al incluir un nuevo concepto. Además de las obleas tradicionales, desde ahora también se venderán unas de masa al estilo argentino, más gruesa y pensada para hacer empanadas al horno o en air fryer.
De esta forma, con el regreso de las obleas, concluye en los supermercados una “crisis nacional” que mantenía a más de uno en vilo. Porque, en España, no se juega con las tradiciones… y mucho menos con las empanadillas de la abuela.
