Los veterinarios hacen la lista del estrés en perros: 11 comportamientos prohibidos para su bienestar
Ni fuegos artificiales, ni gafas de sol, ni vestirle...
Cuidar, proteger y dar cariño suele ser el propósito de los dueños de los perros, que tratan de que sus animales vivan felices y tranquilos en ese entorno familiar.
Aunque a veces es inevitable que sean víctimas de situaciones de estrés que alteren su comportamiento, sí que puede ser de utilidad saber qué comportamientos nuestros pueden molestarles, ponerles nerviosos e incluso darles miedo.
Estos son, según explicaron algunos veterinarios a Bussines Insider, los once comportamientos que debes evitar por el bienestar de tu mascota:
Usar gafas de sol o sombreros
Según el veterinario Gerardo Pérez-Camargo, llevar gafas de sol o un sombrero puede incomodar a tu mascota porque necesita mirar a los ojos para 'entenderte'.
Mirarle fijamente
Según la veterinaria Sara Ochoa, es mejor evitar mirarlo fijamente mientras descansa en el sofá o la cama.
Abrazarle fuerte
Según esta especialista, no les gusta que los aprieten demasiado porque les hace sentirse atrapados.
Cambiar muebles
La veterinaria Mary Gardner explica que los perros se crean un mapa mental del espacio en el que viven y al cambiarlos pueden despistarse y no saber dónde están las cosas.
Escuchar la música muy alta
Advierte la veterinaria Jessica Kirk que los sonidos fuertes pueden ser muy desagradables para sus sensibles oídos.
Vestirle
A muchos perros no les gusta usar ropa para perros porque pueden sentirse incómodos.
Fuegos artificiales
El ruido, el olor, la sensación de presión en el cuerpo y la visión de los fuegos artificiales les resultan aterradores.
Una nueva chuche o una nueva comida
Pueden sentarles mal, así que los cambios en su alimentación mejor que sean graduales.
Fumar cerca de tu perro
Según el veterinario Gerardo Pérez-Camargo, los perros tienen un olfato muy agudo, y el olor del tabaco puede resultarles intenso y desagradable.
Viajar
Jessica Kirk aclara el por qué del estrés: tienen que lidiar con nuevos olores, nuevos lugares de interés y entornos desconocidos.
No organizar fiestas inesperadas
Los perros mayores pueden tener reacciones agresivas inesperadas a las caricias por sorpresa de desconocidos.