Pactos peligrosos o cómo el PSOE busca pactar con los neomachistas
El tiempo apremia, y todo el mundo quiere saber quiénes integrarán el nuevo gobierno. Pero algo preocupa a los y las votantes defensores de los derechos humanos y de las mujeres, de la libertad de expresión y la solidaridad. Ciudadanos ha querido emerger como una fuerza alternativa, cuando lo único que alterna son medidas neoliberalistas con medidas machistas.
Tras escuchar durante semanas los posibles pactos que pueden realizarse para formar gobierno, parece que todo indica que la combinación con más papeletas es aquella en la que Sánchez dirigiría este Estado. Sin embargo el socialista, entre otros apoyos, busca el de Ciudadanos.
El tiempo apremia, y todo el mundo quiere saber en este país quiénes serán los encargados de integrar el nuevo gobierno. Pero algo en todo esto preocupa a los y las votantes que son defensores de los derechos humanos y de las mujeres, de la libertad de expresión y la solidaridad.
Hemos podido ver cómo algunos líderes políticos se mostraban contrarios a una negociación donde interviniese el partido de Albert Rivera. Hablamos, por tanto, de ese pacto de un partido socialista con un partido de las derechas, como es Ciudadanos.
El partido de Albert Rivera ha querido emerger como una fuerza alternativa, cuando lo único que alterna son medidas neoliberalistas con medidas machistas. Ciudadanos, que en su nombre apuesta por visibilizar sólo a la mitad de la población, se presentó a unas elecciones generales con un programa, en muchas ocasiones, y sorprendentemente, más machista y primitivo que el del Partido Popular.
Hablando en términos de igualdad, los de Rivera apostaban por minimizar la violencia machista y mezclarla con la violencia intrafamiliar, o desmerecer la urgencia de un pacto de Estado contra la violencia machista. Centraron su discurso electoral sobre la violencia contra las mujeres en las denuncias falsas, prometieron un control total que persiguiese las denuncias falsas... Nada que decir, prácticamente, sobre las medidas a emprender para que no sigan muriendo mujeres por el hecho de serlo a manos de hombres en este país.
Como colofón, planteaban acabar con las penas específicas para la violencia de género mientras recalcaban que legalizarían un sistema de prostitución al estilo holandés, porque aquí cuando hablamos de acumular impuestos y capital también importa poco que la prostitución se plantee como una salida más a la precariedad femenina vigente.
Hay algunos que aún no tienen claro que el feminismo no es igual al machismo, y que el machismo mata y el feminismo no. Imagen: Colectivo "No votes machismo".
Con todo esto, resulta curioso que un partido como el PSOE, que en su momento sacó adelante, con el importante papel de sus mujeres políticas, leyes que permitieron a este país avanzar en derechos sociales como el matrimonio homosexual, el derecho al aborto, o la violencia machista, esté ahora proponiendo aliarse con un partido que nada tiene que ver con los valores representados en esas leyes.
Ha de tenerse en cuenta que el pacto de gobierno supondrá que los partidos que lo integren querrán participar en cualquier tipo de toma de decisiones, y por ello, que Ciudadanos esté en ese pacto pone en jaque temas de la agenda feminista y humanitaria tan mayúsculos como los anteriormente citados.
Me gustaría saber entonces qué opinan las feministas del Partido Socialista de esto, si esas mismas que apoyan el pacto de Estado contra la violencia machista y el derecho al aborto están ahora de acuerdo con que su candidato a la presidencia busque pactar con un partido claramente machista como Ciudadanos.
También me gustaría saber qué opinan las personas LGTBI del PSOE sobre este pacto, teniendo en cuenta que Rivera afirmó que "llamar matrimonio a los uniones homosexuales supone tensiones innecesarias". ¿Qué opinan de que este posible aliado niegue la categoría igualitaria a una pareja del mismo sexo?
Imagen: Colectivo "No votes machismo".
Entiendo perfectamente el veto que Podemos ha trasladado a Pedro Sánchez, por el que se oponían categóricamente al acuerdo con partidos de las derechas, sean azules, naranjas o multicolor. La población española necesita ahora mismo de todo, pero no más hipocresía.
Si Ciudadanos ya demostró su cara real al expresar una oportunidad de pacto con el Partido Popular para garantizar una supuesta "estabilidad", tras haber basado su propaganda electoral en el rechazo hacia los populares, ¿de dónde sale esa repentina preocupación por mantener la España corrupta del PP que tanto detestaban?
Esa estabilidad quizás venga dada por el estado de silencio que viene promoviendo el Partido Popular a lo largo de su gobierno. Un Gobierno que aprobó leyes tan autoritarias como la ley mordaza, aún vigente a día de hoy, que en su momento fue condenada por el PSOE y el resto de grupos parlamentarios.
Fue en ese momento cuando el mismo Sánchez que tachó la ley mordaza de "franquista" y que prometió en su programa derogarla, ahora se arruga y dice que "reformará" algunos de sus puntos.
¿Es éste el cambio del que hablan? Si es éste, entonces que no usen la palabra cambio, sino renovación. Mantener el mismo statu quo de corrupción en base a intereses de poder sin importar nada más supondría cambiar de siglas, pero no de realidad.
Necesitamos un cambio real en el que se hable de derogar inmediatamente toda ley que incumpla los derechos fundamentales, que restrinja la libertad de expresión o ponga en peligro la integridad de las mujeres y las minorías.
Si vamos a hablar de cambio, pongamos sobre la mesa los temas que no afectan y preocupan al patriarcado sino a toda la sociedad, porque el cambio ha de significar igualdad. Sin igualdad, el avance es sólo en lo que a opresión se refiere.