Los bienhallados hallazgos de manuscritos
Los clásicos están vivos, nos asaltan desde las páginas y desde las tablas gracias a la labor metódica, laboriosa, de investigadores que, las más de las veces, hacen su trabajo con pocos o ningún medio. Esta seriedad combinada con las nuevas tecnologías están dando lugar en pocos años a hallazgos sorprendentes.
Antes de poner en escena, hay que contar con una buena edición, y antes de contar con esa edición, hay que encontrar qué editar. Con respecto a nuestros clásicos, una serie de bienhallados hallazgos han ampliado mucho los textos que podíamos editar y, por ende, representar.
En eso de encontrar manuscritos la verdad es que el teatro clásico español es único. ¿Saben cuántos manuscritos originales de puño y letra tenemos de Moliere, Corneille, Racine, Shakespeare, Marlowe, etc.? ¿Cien? ¿Cincuenta? ¿Diez? Respuesta tras la publicidad...
Y la respuesta es... cero, cero patatero. Lo que más se acerca son unas líneas que se atribuyen a Shakespeare en The book of Sir Thomas More (o al "escribano D" como se le suele llamar de manera más cauta). En efecto, esta era la obra que servía como interrupción publicitaria y que ha puesto en escena Tamzin Townsend en colaboración con la Universidad Internacional de la Rioja.
El número de manuscritos foráneos palidecen ante los clásicos propios. Solo de Lope se conocen más veinte manuscritos de su puño y letra, de Calderón otro tanto, de Tirso, etc. hasta llegar a los que tienen menos, un Luis Vélez de Guevara (3) o un Juan Ruiz de Alarcón (3).
Es lógico, pues, que sigan saliendo nuevos manuscritos. En enero de este año, tal y como recogía El PAÍS y yo mismo en este blog, saltaba la noticia de que Alejandro García-Reidy, Profesor de la Universidad de Syracuse y miembro del grupo de investigación ProLope, había encontrado un manuscrito de una obra perdida de Lope de Vega, una deliciosa comedia sentimental llamada Mujeres y criados.
Fuente: EFE
La Fundación Siglo de Oro la pondrá en escena en coproducción con el Teatro Español en abril de 2015. No queda mucho para que veamos, por fin, los requiebros amorosos de las mujeres Violante, Luciana con los criados Claridán y Teodoro, camarero y secretario del conde Próspero.
Ahora es el turno de otra obra de Lope de Vega, Barlaam y Josafat, encontrada por Daniele Crivellari, Profesor de la Universidad de Salerno (Italia) y miembro, entre otros, de un equipo de investigación sobre teatro breve dirigido por Javier Huerta Calvo, que un servidor iba a retomar y que el Ministerio tuvo a bien no revalidar. Daniele ha localizado el manuscrito autógrafo de Lope, una obra que se conocía pero cuyo mejor manuscrito parecía haberse perdido en un incendio que sufrió la Holland House (Inglaterra) en un incendio provocado por el Blitz alemán sobre Londres en septiembre de 1940 y que ha sido encontrado en la Biblioteca de la Fundación Bodmer (Ginebra, Suiza). La noticia se amplía en El Mundo. Como explicó Gonzalo Pontón, del grupo Prolope, los manuscritos de puño y letra de Lope eran los que compraba la compañía teatral que representaba la obra y sobre los que trabajaban para la representación. Es decir, estamos ante la versión más cercana a su puesta en escena en tiempos de Lope.
Como recoge El Correo, otro tanto ha hecho George Peale, Profesor de la Universidad Estatal de California, Fullerton, con dos comedias inéditas de Luis Vélez de Guevara, La jornada del Rey don Sebastián en África y El triunfo mayor de Ciro, saber vencerse a sí mismo. El caso de Peale es especialmente meritorio, por cuanto lleva años trabajando con seriedad en ediciones dentro de un campo profesional (el de los Estudios Literarios Norteamericanos) que no siempre considera la edición como un fin académico en sí mismo.
Otros dos hallazgos marcan el presente de los Estudios Cervantinos, a la espera de que el georradarista Luis Avial, el antropólogo forense Francisco Etxeberría y el historiador Fernando Prado encuentren los restos mortales de Cervantes. Por un lado, el investigador José Cabello Núñez ha encontrado en la localidad sevillana de La Puebla de la Cazalla cuatro documentos relacionados con Cervantes, uno de los cuales incluso tiene su firma. Estos documentos sirven para, entre otras cosas, derribar la imagen de poeta arruinado que había don Miguel cultivado de sí mismo y, ya en terrenos de cotilleo histórico, hacer emerger la figura de Magdalena Álvarez, quien actuó económicamente en nombre de Cervantes. ¿Habría algo más que amistad?
Dejo para el final un curioso manuscrito, el acta de bautismo de Sancho Gaona, quien para el cervantista Sabino de Diego, sería el hombre que inspiraría el personaje de Sancho Panza. Esta es una curiosidad que, sin duda, ampliará el interés en Cervantes y su obra. Sin embargo, está ya muy asentada la noción entre el cervantismo académico de que Sancho (y Don Quijote, Marcela o Dorotea) son personajes literarios basados en otros personajes literarios o populares. En ese sentido, ya eché mi cuarto a espadas en un artículo hace unos años.
Los clásicos están vivos, nos asaltan desde las páginas y desde las tablas gracias a la labor metódica, laboriosa, de investigadores que, las más de las veces, hacen su trabajo con pocos o ningún medio. Esta seriedad combinada con las nuevas tecnologías y los instrumentos de investigación están dando lugar en pocos años a hallazgos sorprendentes, curiosos, útiles, interesantes.... En una palabra, bienhallados.