VIDEOBLOG. A puerta cerrada, sin cámaras, con las preguntas sabidas de antemano y sin contestarlas todas, Arias Cañete se enfrentó esta semana a un simulacro de comparencia, a una pantomima de la que casi nadie salió convencido y que apenas arroja luz sobre la oscuridad de las cuentas y finanzas del comisario y su familia.