¿Papá Noel? A la basura con él...
Sí, Papá Noel ya está en la basura. Así somos, usamos y tiramos. Tan entrañable, tan auténtico, tan paradigmático como reciente para nuestra cultura y ya se ha transformado en un deshecho, pobre Noel.
Eh, pero calma, que no cunda el pánico: la ilusión se recoloca en los reyes magos y fin del problema. O en el día de los enamorados, el de la madre o el padre, un cumpleaños, un santo... O, si faltan ocasiones en el calendario, nos las inventamos: ratoncito Pérez, loterías, quinielas, rebajas, el día sin IVA, ofertas, gangas, promociones...
Dar y recibir objetos más o menos innecesarios y pretender felicidad. Creer en lo imposible, adaptarlo a lo posible, transformarlo en realidad y comprarlo. Y minutos, horas o meses después aburrirnos y sustituirlo por otro. Y lo que vale para objetos sirve para experiencias, viajes, cuerpos...
Llamémoslo capitalismo caníbal, modernidad líquida, obsolescencia programada o anhelo infinito. Responsabilicemos a quien más rabia nos dé. Pero el patrón se repite y se extiende inexorable, pandémico. Y aunque sabemos que todo se parece cada día más en todas partes, encontrar a Noel en uno de los vertederos de Phnom Penh, la capital de un país budista, sigue inquietándome...
[ Retrato fotográfico: Un chaval sobrevive recogiendo plástico y cristal en el vertedero de Phonm Penh (Camboya). Y sí, obviamente, esa realidad no inquieta, duele. ]