Lentejas de Giro
Todo ciclista aficionado sueña con estar en una vuelta grande, con vestir cualquiera de los maillots. Si alguno de estos soñadores está siguiendo de cerca este Giro se le estarán quitando las ganas de enfundarse el maillot hasta para ir a comprar el pan.
La verdad es que intentaba hacerme el interesante haciéndoles esperar con este nuevo post. Seguramente no se hayan percatado de que no escribiese, en realidad creo que ni de mi existencia.
Todo ciclista aficionado, niños y no tan niños que juegan a ser ciclista, sueña con estar en una vuelta grande, con vestir cualquiera de los maillots. Bueno, ya cuando compites en la categoría amateur del ciclismo no te importaría ser el farolillo rojo de cualquiera de ellas. Si alguno de estos soñadores está siguiendo de cerca este Giro se le estarán quitando las ganas de enfundarse el maillot hasta para ir a comprar el pan.
Estamos viviendo un Giro marcado por las caídas, y cuando digo marcado no me refiero al calvario que pasan estos auténticos héroes en los días posteriores a la carrera y que acaban por recuperarse para llegar a los Campos Elíseos guapetes y afeitaditos con sus mujeres esperando en la línea de meta, sino que el bajarse de la bici en marcha les está haciendo irse a casa a muchos, más de los esperados. Y si no que le pregunten a nuestro Purito, que el día de la montonera (caída en argot) más grande que recuerdo en los últimos años, medio llorando y con el brazo ensangrentado se arrastró hasta meta para no salir al día siguiente. Los ciclistas ya días antes se quejaron por la seguridad de la carrera y amenazaban con plantarse, al final se acortó la etapa y el gran beneficiado fue Nacer Bouhanni. Esta revelación a medias se beneficia de todas las caídas que se están produciendo. Más que destacarle por su punta de velocidad le deberíamos apodar como el zorro francés, pues se mueve en el pelotón como pez en el agua y las tres etapas conseguidas en este Giro le avalan.
No podemos pasar por alto la caída de Carusso. La verdad es que asustó al público que estaba sentado en sus casas y al que le rodeaba en la carretera cuando estaba tirado en el suelo sin moverse. Finalmente tuvo que retirarse con una clavícula partida en tres.
Matthews, líder durante la primera parte de la carrera, claudicó pero a lo grande. Le robaron la maglia pero le ganó una etapa al australiano, que parece que se va a llevar este Giro si no cumple su tradición del cajón intermedio del podio final. Este Evans dice que ni se dio cuenta de que tres cuartas partes del pelotón se iba al suelo, ¿seguro? ¿fair play?...
Quiero romper una lanza por Domenico Pozzovivo (@DPozzovivo). El italiano de Ag2r está siempre delante en la montaña y nadie le toma en serio. Algunos dirán que se ha colado en la 4ª posición de la clasificación general de este Giro, pero este fino escalador se lo ha ganado a pulso, porque a sus 32 años demuestra que es fruto de un trabajo de años.
No quiero que se queden con la imagen de abogado del diablo que voy a mostrar a continuación, simplemente quiero que echen la vista atrás y saquen sus propias conclusiones. Bien, ahora se habla de seguridad para los ciclistas, incluso proponían plantarse. Esto es bueno porque el pelotón, por primera vez, demuestra algo de unión desde hace mucho tiempo, pero coñe, ya no nos acordamos de aquel Giro en el que hubo una etapa por caminos de tierra que rememoraban épocas añejas de la ronda. Ahora, a los tres años de aquella gesta de caminos embarrados -sí también llovía-, nos acordamos de que estamos en otra época hasta para el ciclismo. Creo que el Giro de Italia no es cuestión de épocas sino de épica y, como todo en la vida, son lentejas, si se quieren bien, si no...