Navidades en el trópico
En Mauricio el día de navidad es un festivo más y no tiene una preeminencia especial. Algunas calles se iluminan, pero el espactáculo dista mucho del de la celebración del Diwali apenas un mes antes. Mauricio es mayoritariamente hindú, por lo que la navidad es celebrada de forma diferente por cada una de las comunidades.
Pronto nos adentraremos en 2013 y esta vez el tránsito hacia el nuevo año no lo veré en Mauricio sino de nuevo en la vieja Europa, donde voy a finalizar el contrato que me trajo a Mauricio hace poco más de un año. Estas serán por lo tanto las últimas líneas que escriba desde esta bella isla.
En Mauricio el día de navidad es un festivo más y no tiene una preeminencia especial. Algunas calles se iluminan, pero el espactáculo dista mucho del de la celebración del Diwali apenas un mes antes. Mauricio es mayoritariamente hindú, por lo que la navidad es celebrada de forma diferente por cada una de las comunidades que integran el país, en un gradiente que comprende desde la no celebración hasta las grandes celebraciones familiares tal y como las conocemos en España. En todo caso, los comerciantes intentan sacar su particular tajada por lo que Papá Noel tiene una presencia bastante destacada pese a lo improbable de su atuendo y trineo en el benigno clima mauriciano.
En este sentido, la navidad en Mauricio supone algún que otro inconveniente para los que residimos en la isla porque es la temporada alta turística, y el aumento del número de turistas -principalmente franceses- se traduce a menudo en un aumento de precios para alquilar coches y en cambios en los menús de los restaurantes, que durante estas fechas sustituyen su carta habitual por menús navideños con precios hasta un 100% más caros de lo habitual, por lo que este año no me volverán a ver el pelo.
La mayor afluencia de turistas tiene su lado positivo también, puesto que son más habituales las fiestas en la playa, normalmente con un DJ venido de Europa y con un estricto código de colores en lo que respecta a la vestimenta, siendo especialmente populares las White y las Pink parties. Pero el sabor de las fiestas es distinto, y no porque aquí nos falte el turrón. Para los que pasamos las Navidades fuera ni el ron barato ni ninguna fiesta playera pueden sustituir las discusiones familiares sobre si es mejor partir el pan en la mesa o antes de poner la mesa, sobre la diferencia entre aerofagia y meteorismo o sobre si el especial villancicos de Raphaël ha estado este año a la altura de las circuntancias.