Y ahora, ¿Gaza?: familiares y líderes presionan a Israel para alcanzar otro alto el fuego en la Franja
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Y ahora, ¿Gaza?: familiares y líderes presionan a Israel para alcanzar otro alto el fuego en la Franja

La tregua sellada en Líbano por espacio de dos meses abre un nuevo escenario en el frente múltiple en Oriente Próximo. Hamás exige "presionar" a EEUU y a Israel y marca sus condiciones para el acuerdo.

  Bandera palestina en lo alto de un edificio en una zona de Gaza devastada por las bombasSOPA Images vía Getty Images

60 días y bajando. El alto el fuego iniciado este miércoles en Líbano en torno a los enfrentamientos entre Israel y Hizbulá ha abierto un nuevo escenario en la guerra múltiple que se desarrolla en Oriente Próximo, con Tel Aviv como eje central. Y los ojos de la comunidad internacional vuelven a apuntar hacia Gaza. 

El martes, Benjamin Netanyahu daba su aprobación a un plan de tregua en Líbano ideado por EEUU. Una paz temporal, de dos meses y en tres fases progresivas, aparentemente débil y condicionada a que Israel pueda romperla si Hizbulá sigue operando en este tiempo. Pero paz, al fin y al cabo. Un 'paso' que Occidente y el mundo árabe celebran y que, reclaman, debe ir acompañada de otro similar en la Franja de Gaza. 417 días después, allí la guerra no cesa de momento, dejando ya 44.282 muertos y 104.880 heridos, de acuerdo con el balance del Gobierno gazatí.

Las primeras horas sin ataques en Líbano han traido en paralelo un cúmulo de reacciones internacionales. No hay país o mandatario relevante que no se haya posicionado. De los primeros en hacerlo, el aún líder de EEUU, Joe Biden, que ha prometido "otro intento" multilateral para replicar en Gaza lo logrado al norte de Tel Aviv. 

Los contactos adelantados por Biden ya han comenzado. Este mismo miércoles, de la mano de "Turquía, Egipto, Catar y otros países", además de Israel. Su objetivo, reproducido por miembros de la Casa Blanca, es que esa posible tregua derive en la liberación de todos los rehenes aún en manos de Hamás y en un definitivo fin de la guera ya "sin Hamás en el poder".

De momento, el Ejecutivo hebreo no da pistas de sus próximos pasos, más allá del ya conocido "principal objetivo moral", que es rescatar a los rehenes de los escondrijos de Hamás. Al respecto, el recién nombrado ministro de Defensa, Israel Katz, ha prometido hacer "todos los esfuerzos necesarios para crear las condiciones para un nuevo acuerdo sobre rehenes para traerlos a todos de vuelta a casa". La única referencia a un potencial armisticio.

Aludido, el Movimiento de Resistencia Islámica, considerado terrorista para Tel Aviv y otros gobiernos, no ha tardado en reaccionar. Lo ha hecho con un reconocimiento inicial al "papel clave" de Hizbulá y al pueblo libanés por su "solidaridad constante" contra lo que llaman "ocupación sionista".

El pueblo palestino y su valiente resistencia [...] defenderán su tierra y sus lugares santos hasta que la ocupación sea derrotada y eliminada y se establezca un Estado independiente palestino con Jerusalén como capital
Comunicado de Hamás

La reformulada cúpula de Hamás, descabezada tras numerosos ataques israelíes desde el 7 de octubre de 2023, ha mostrado su "compromiso a la hora de cooperar con cualquier esfuerzo para un alto el fuego en Gaza". En un comunicado han reivindicado "estar interesados en el fin de la agresión contra el pueblo palestino", pero marcando unos "parámetros", sus propias condiciones, que pasarían por la retirada de las fuerzas israelíes, el regreso de los desplazados y un acuerdo de excarcelación de presos a cambio de la liberación de rehenes.

Para ello exigen al mundo "presionar a Washington y a la ocupación sionista" a fin de "detener su brutal agresión contra el pueblo palestino y su guerra de exterminio en marcha en la Franja de Gaza". En paralelo, la promesa de mantener la "defensa de su tierra y sus lugares santos hasta que la ocupación sea derrotada y eliminada y se establezca un Estado independiente palestino con Jerusalén como capital".

Las familias no admiten "paciencia" y endurecen su tono

Otro de los focos relevantes en estas primeras horas proviene de las familias del centenar de secuestrados que permanecen cautivos en territorio gazatí. Si durante más de un año han sido recurrentes sus protestas contra Netanyahu, la tensión ahora va a más

Este miércoles se han vivido enfrentamientos en el Parlamento, llegando los familiares incluso a bloquear momentáneamente la entrada del primer ministro, y entre cruces verbales con el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, a cuenta de la "paciencia" exigida por este.

Estamos en esta guerra hasta el final, hasta que regresen los rehenes
Familiares de los secuestrados, en una protesta ante el Parlamento israelí

"Así como rápidamente consiguieron un acuerdo en el Líbano , ¡traigan un trato para devolver a los rehenes!", espetaban algunos representantes a la entrada de la Knéset. El padre de otra de las víctimas añadía que, ante la nueva situación en Líbano, "primero, nuestros rehenes deben ser llevados a casa". 

"Nosotros, las familias de los rehenes, estamos expresando nuestra indignación para que los ciudadanos de Israel comprendan que estamos en esta guerra hasta el final, hasta que regresen", apuntaba en declaraciones a The Jerusalem Post.

Un "modelo" a seguir, a ojos de los 'mediadores' en Gaza

Dos de los países que en los últimos tiempos han ejercido un papel relevante en la mediación en torno a la Franja como son Catar y Egipto han mostrado su confianza en un alto el fuego que debe servir de referencia para parar la guerra en la Franja.

Así, las autoridades cataríes han hablado de un "modelo" para un pacto "similar". Lo han hecho poniendo en valor los "esfuerzos de EEUU y Francia" para alcanzar la tregua en Líbano, que debería "allanar" el camino para garantizar "una paz y una estabilidad duraderas en la región".

Clave en la firma de un primer alto el fuego en territorio gazatí hace ahora un año, Catar anunció recientemente la suspensión de su papel de mediación hasta que las partes "demuestren su voluntad y seriedad a la hora de poner fin a la brutal guerra". Bajo el influjo de Washington podrían volver a su posición inicial.

Igualmente relevante el pasado noviembre, el Gobierno de Egipto ve en Líbano "un preludio" de cara al "fin de la agresión israelí contra la Franja de Gaza". "No hay soluciones militares de las crisis en la región", sentenciaba el Ministerio de Exteriores egipcio en un comunicado donde animaban a recuperar "la negociación y el diálogo" para "lograr un alto el fuego inmediato" y "un acceso total de ayuda humanitaria, sin obstáculos" en el enclave.

Desde Bruselas, el mensaje es de "alivio", como ha verbalizado Josep Borrell, el alto representante y jefe de la diplomacia comunitaria saliente, que ve "crucial" que se mantenga, con aspiraciones de lograrlo también para Gaza. 

No hay soluciones militares de las crisis en la región
Mensaje del Gobierno de Egipto, uno de los mediadores por Gaza

Igualmente, España quiere ir más allá de la "buena noticia" por Líbano, que "no es suficiente". "La siguiente buena noticia debería de ser que hay un alto el fuego en Gaza y que por fin regresa la paz a Oriente Medio", ha explicado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

El caudal de reacciones alcanza todas las ramificaciones del conflicto. También a Irán, principal enemigo de Netanyahu y su gabinete. El régimen iraní ha celebrado el "cese de la agresión israelí en Líbano" con un reconocimiento público a "la resistencia", en referencia a Hizbulá y otro llamamiento colectivo para elevar una "presión efectiva" sobre Israel para que cese sus actividades en Gaza.

En un plano más moderado, China ha recordado que Gaza y "el fracaso a la hora de alcanzar un alto el fuego" es "la causa subyacente del conflicto en Oriente Próximo". Pekín se ha limitado a pedir "a todas las partes" que "trabajen juntas" para alcanzar "cuanto antes" una tregua "exhaustiva y duradera".

Desde Rusia el mensaje es similar al del gran aliado asiático. Moscú reclama que el alto el fuego sea "verdaderamente efectivo" para frenar la escalada en la región y anima a apoyar "cualquier acuerdo, potencial o concertado, que detenga la espiral de la violencia".

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es

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