Unas misteriosas pirámides de la Segunda Guerra Mundial se convierten en la trampa mortal de los rusos

En los últimos días, las autoridades de la región rusa de Kursk han notificado la colocación de grandes bloques de hormigón en las carreteras, que se han saldado con la muerte de decenas de personas -se estima que en 24 horas murieron 40 personas y otras 30 resultaron heridas-.

Esta información fue compartida por Wartranslated, que explicó que estos obstáculos -con forma de dientes de dragón- colocados en las autovías y autopistas rusas tienen como objetivo herir o matar a los conductores que transitan por ellas. Esto se debe a que, debido a la cercanía del conflicto, muchos de ellos aceleran, poniéndose a velocidades de hasta 145 km/h para evitar ser golpeados o atacados por drones, lo que provoca que no les dé tiempo a reaccionar a tiempo.

Según apuntaron desde el medio citado, estos bloques de hormigón son colocados por las noches, para no ser identificados. Estas prácticas recuerdan a las que se llevaron a cabo durante la II Guerra Mundial, pensados para frenar y atacar los tanques.

Al igual que en aquel entonces, en esta ocasión los bloques también tienen una altura de entre 90 cm y 1,20 m. En aquella ocasión se colocaron frente a las líneas alemanas, mientras que en esta ocasión están siendo ubicados en las carreteras cercanas al conflicto en Ucrania.

Además de las muertes que pueden ocasionar, estos bloques obligan a cerrar las carreteras hasta que los operarios y trabajadores las limpien y despejen.

¿Quién está colocando estos bloques?

Aunque lo normal sería pensar que estas estructuras están siendo colocadas por las fuerzas ucranianas, esta teoría parece difícil, ya que los bloques se encuentran en terreno ruso. Pese a ello, las dudas y especulaciones han sido una constante desde que se vieran los primeros bloques, ya que, como indicaron varias fuentes a Wartranslated, 

Además, según especificaron varias fuentes a Wartranslated, "las franjas rojas que marcan los bloques de hormigón en los puestos de control no están presentes. Tampoco hay señales reflectantes que adviertan de peligro mortal". Pese a ello, también informan de que en algunos casos hay una especie de huecos para que los vehículos puedan pasar, como si se tratara de un control de carretera.

Por su parte, el bloguero militar ruso Svyatoslav Golikov, destacó en su cuenta de Telegram que se trata de "una zona peligrosa, donde los drones enemigos ya han quemado más de 50 vehículos, tanto militares como civiles", algo que provoca que "la gente intente pasar a toda velocidad por esta zona, y no había señales de advertencia ni de alerta. Y señalan que esta situación se ha repetido durante varias jornadas seguidas, provocando numerosos destrozos, accidentes y muertes.

Pese a ello, también destacan que los grupos anti-Putin son cada vez más multitudinarios y mejor organizados, aunque es poco probable que sean estos saboteadores los responsables de la colocación de los bloques, ya que este tipo de operaciones requieren de gran rapidez y sobre todo, nocturnidad, algo complicado teniendo en cuenta que las vigilancias en la zona son constantes.

La última teoría, que culpabilizaría a Ucrania, tampoco parece especialmente viable, ya que, aunque con grandes drones con capacidad de transportar piezas de hasta 68 kilos, gracias a su dron Malloy T-150, o el Malloy T-400, con capacidad de hacer lo mismo con una carga útil de hasta 180 kilos, Kiev ha demostrado a lo largo de la guerra que tiene otro 'modus operandi'.

Entre estos métodos destacan sus capacidades de cerrar carreteras desde el aire, como con drones que tiraban abrojos y objetos metálicos con púas que conseguían pinchar y reventar neumáticos. Con todo, el misterio de los bloques de hormigón con forma de diente, continúa sin resolverse, y por el momento, las autoridades rusas siguen notificando su colocación de forma en puntos claves de forma casi diaria.