Un nuevo embajador de Putin en Europa vuela el puente de las negociaciones de paz
La pelota está en el tejado de Ucrania y sus aliados, dice el nuevo enviado a Suecia, conocido por su cercanía al presidente ruso.
El pasado octubre, tras más de diez años como embajador de Rusia en Suecia, Viktor Tatarintsev, de 70 años, fue destituido y mandado de vuelta a su residencia en Moscú. Su lugar lo ocupó entonces el diplomático Sergei Belyaev, de 59 años, del que destacan dos cosas: su veteranía en lides internacionales y su enorme cercanía al presidente, Vladimir Putin.
Belyaev ya conoce bien la zona, porque estuvo años destinado en Finlandia y sabe de los roces entre los países nórdicos y el Kremlin. Por sus conexiones con este país ha concedido una entrevista al diario local Iltalehti, en la que va más allá de explicar cómo le fue en la recepción con el rey Gustavo o qué tal lleva las lecciones de sueco.
Se trata de una conversación interesante y extraña, porque se dan pocas entrevistas así desde que Rusia iniciara una guerra de agresión a gran escala contra Ucrania, en febrero de 2022. No hay sorpresas: las posiciones de Belyaev siguen la línea de propaganda oficial rusa. No habla de la contienda, sino de una "operación especial", por ejemplo.
Más allá de los asuntos domésticos y bilaterales que se tratan en el encuentro, destacan las declaraciones del diplomático sobre la invasión y las supuestas negociaciones de paz por venir, que quiere impulsar el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Cuando se trata de la situación en Ucrania, Belyaev quiere volver a los acontecimientos de 2014 y posteriores, al Maidán. "Su versión es muy diferente de la verdad", avisa el diario a sus lectores, "porque Rusia violó el derecho internacional, por ejemplo al anexar por la fuerza Crimea". Más allá de su justificación de la guerra, habla de futuro. ¿Cómo cree que terminará? "Es imposible decir cuándo terminará. Lo hará tan pronto como Ucrania y sus anfitriones occidentales se den cuenta de que de una forma u otra se debe lograr una solución pacífica. Y ese tipo de cosas siempre se logra mediante negociaciones, y las negociaciones siempre son un compromiso", dice Beljaev. Esto es, reprocha a Kiev y a sus amigos de que no se avance.
Belyayev tampoco está contento con la ampliación de la OTAN, que ha añadido a países como la propia Finlandia y estudia qué hacer con Ucrania. Sin embargo, afirma que cada Estado tiene derecho a decidir por sí mismo cómo garantizar su propia seguridad. Pero, según él, hay que tener en cuenta las sanciones.
Sanciones, dice, que son clave en un hipotético acercamiento por Ucrania o en las relaciones políticas y económicas con el oeste. "Si los países europeos están dispuestos a reanudar la cooperación con nosotros, entonces ya veremos. En cualquier caso, no será lo mismo de siempre , no volverá a ser como antes. Difícilmente se puede pensar en eso, porque demasiada confianza se ha visto afectada por ambas partes", sostiene. "No iniciamos este proceso. Probablemente la iniciativa [de reabrir el comercio económico] debería tomarse de la dirección de quienes han inventado todo lo que ha sucedido", dice, culpando de las sanciones a Occidente, sin relacionarlas con el origen: la invasión de Ucrania.
Las relaciones con el espacio OTAN
Belyaev afirma en su larga respuesta que la OTAN ve a Rusia como su enemigo. Tampoco da argumentos precisos, sí amenazas vacías. "Lo más importante: si antes tratábamos a Finlandia como un país amigo que no representa ninguna amenaza para Rusia desde o a través de él, ahora lamentablemente tenemos que pensar de otra manera y prepararnos para todos los escenarios posibles", avisa.
El mensaje del Gobierno finlandés dice lo contrario. La ministra de Asuntos Exteriores, Elina Valtonen (KOK), dijo en su discurso de agosto que Finlandia no amenaza a Rusia y que Rusia no es enemiga de Finlandia. Valtonen también ha dicho que la OTAN no es una amenaza para nadie y ha subrayado que la OTAN es una alianza de defensa. Desde dentro de la OTAN se ha dicho que no busca una confrontación con Rusia y que la OTAN no es una amenaza para Rusia. Estas cuestiones se explican en el sitio web oficial de la OTAN en la sección donde se revisan las afirmaciones falsas sobre la propagación de la OTAN por parte de Rusia.
"Lamentablemente, Finlandia ya no es la misma Finlandia independiente. O, por supuesto, Finlandia es Finlandia, pero hoy en día Finlandia es principalmente miembro de la OTAN y luego miembro de la Unión Europea. Pero en la UE, al menos Finlandia estaba decidiendo sobre política exterior, donde la cuestión más importante es la guerra y la paz. Ahora, la capacidad de Finlandia para decidir sobre sus propias cuestiones políticas se ha reducido considerablemente. Y lamentablemente hoy en día las decisiones más importantes no se toman en Helsinki", afirma Beljajev.
Pero niega que Rusia sea una amenaza para Finlandia. "De ninguna manera", replica. "Rusia no amenaza a Finlandia ni a Suecia. Y puedo decir -aún más- que estoy seguro de que Rusia tampoco representa una amenaza para los países bálticos. No hay ninguna intención ni necesidad por nuestra parte de amenazar o atacar a nadie. Estoy seguro de que en Finlandia los dirigentes y los profesionales finlandeses, tanto en política exterior como en el ejército, lo saben bastante bien".
El comentario es muy contradictorio, porque Rusia también atacó ilegalmente a Ucrania en febrero de 2022. La guerra continúa, casi tres años después.