No es expulsar ni retirar la representación diplomática y, menos, romper relaciones. Es un toque de atención, serio, pero relativamente frecuente como señal de queja.
La vicepresidenta interina del Gobierno uruguayo, la senadora Graciela Bianchi, ha afirmado que los socialistas "se tienen asegurada la financiación y los valores de las narcodictaduras” de Iberoamérica.
En abril, el Gobierno expulsó a 25 diplomáticos y personal de la embajada rusa en Madrid porque representaban "una amenaza para la seguridad de nuestro país".
Y saca de nuevo su 'mansplaining' a relucir: “Le dije a May cómo tenía que hacer con el Brexit, pero ella siguió haciéndolo de su manera necia, fue incapaz. ¡Un desastre!"