La UE se prepara para una crisis nuclear
Más vale prevenir que curar…
La guerra de Ucrania y la actual situación de tensión entre las grandes potencias nucleares a raíz del conflicto armado aconseja apresurarse a tomar medidas por si finalmente la sangre llegara al río y se desatara una crisis nuclear a nivel global.
La Unión Europea (UE) contempla ese escenario (y otros potenciales desastres causados por diferentes causas) y por ello está comenzando a prepararse para esa indeseable circunstancia.
En ese sentido, tal y como recoge Europa Press, los Estados miembros de la Unión Europea han acordado este jueves una serie de conclusiones para reforzar la resistencia de toda la sociedad en materia de protección civil ante desastres, incluyendo amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares.
Entre las acciones que se han comprometido a poner en marcha los Veintisiete, se encuentra la aplicación de objetivos de resiliencia ante desastres, o lo que es lo mismo, una serie de medidas no vinculantes para mejorar la prevención ante crisis naturales y provocadas por la acción humana.
Los estados de la Unión Europea también se han marcado como una prioridad las prácticas de cooperación entre los sectores público y privado para potenciar las actividades de protección civil en materia de prevención, preparación y respuesta ante desastres y a participar en iniciativas de preparación a escala europea.
Mejora de la capacidad de alerta temprana
Asimismo, a nivel de la UE, la declaración de los Veintisiete resalta la importancia de mejorar la capacidad de alerta temprana frente a amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares. Y se plantea que se deberían estudiar fórmulas para facilitar la compra de equipos de protección y reducir el tiempo de despliegue en caso de incidentes de esta naturaleza.
Las mencionadas conclusiones aprobadas por los Veintisiete llegan en un momento, tras la crisis generada por la COVID-19 y las consecuencias de seguridad de la guerra de Ucrania, además de desastres naturales como incendios forestales y terremotos, en los que es necesario impulsar la capacidad de resistencia de la UE.
En consecuencia, la Unión Europea apunta a que en las actuales circunstancias se debe realizar un planteamiento colectivo en el que participen agentes de la sociedad civil, ciudadanía y sector privado.