Ucrania vive su 'nueva' Navidad europea: "Queremos estar en comunión con nuestros vecinos"

Ucrania vive su 'nueva' Navidad europea: "Queremos estar en comunión con nuestros vecinos"

Representantes de la Iglesia ucraniana, familias y expertos en Teología narran cómo se prepara y qué peculiaridades tiene una celebración que busca "acercarnos emocionalmente a Europa y separarnos de Rusia".

Varios fieles acuden a una misa católica por Navidad en Kiev el pasado 25 de diciembre de 2022Anadolu Agency via Getty Images

Es difícil hablar, cumplidos 669 días de invasión rusa, de fiesta en Ucrania. Pero incluso bajo las bombas y el dolor de millones de patriotas, el país ha dado un gran paso adelante en su camino hacia Europa. A partir de este año, Ucrania celebrará oficialmente la Navidad según la tradición católica del 25 de diciembre, alejándose de su tradición ortodoxa y, de paso, del "lastre" de Rusia. Un cambio "simbólico" pero "relevante", en palabras de la comunidad ucraniana a El HuffPost.

Yulia, ucraniana residente en España desde hace tiempo, lo ve como "un paso más para acercarnos emocionalmente a Europa y separarnos de Rusia". "No es fácil aceptar todo lo que viene ocurriendo desde hace dos años y hay mucho estrés, así que es otra manera de hacernos diferentes".

Como responsable de la asociación Chervona Kalyna en Barcelona, Yulia está en contacto con familias residentes en Ucrania. Explica que allí, "el cambio será un proceso largo; aquí en cambio no va a haber problema ninguno". Tanto, que confiesa que "yo misma celebro ya el 25 diciembre y los que llevan mucho tiempo en España también lo celebraban ya... es que este espíritu engancha", añade con una sonrisa.

La profesora de Teología Dogmática y Fundamental de la Universidad Pontificia Comillas, Carmen Márquez, reconoce que era un cambio esperado, que llevaba tiempo "sonando" a nivel social. Antes de que el Parlamento lo hiciera oficial en verano, la Iglesia grecolatina aprobó el cambio de calendario en febrero, pasando del juliano, propio de la ortodoxia, al gregoriano a usanza occidental. 

Buscamos ser iguales a Europa; llevo décadas en mi iglesia y tenemos muchos ucranianos por el mundo; ahora queremos unificarnos"
Padre Konstantyn,

"La iglesia greco-católica justificó que había muchas solicitudes planteando este cambio y aseguraron haber dado el paso tras muchas consultas". Siguen existiendo reticencias, no obstante, en una comunidad con mucho vínculo a la tradición ortodoxa. Por ello la comunidad religiosa "ha dado un margen hasta 2025 para que se adapten las parroquias y las familias más reacias", añade.

Olga es una ciudadana de Zaporiyia residente en Madrid. Desde allí ayuda a la comunidad ucraniana como vicepresidenta de la oenegé 'Unimos Corazones'. Se siente 'feliz' por sumarse como país a la tradición del 25 de diciembre, que cada día goza de mayor seguimiento, cuenta. Tirando de encuestas en su país natal, detalla que hace un año, "un 45% quería la Navidad en fechas 'europeas' y a un 30% le daba igual". "Pero hace días leí que ya había un 65% a favor del 25 de diciembre". 

"Se entiende, porque lo celebras con el resto del mundo civilizado y si te quedas en el 7 de enero la sensación es que lo haces junto a Moscú. La gente no quiere tener que ver con este imperio del mal", añadía de inmediato.

Para la profesora universitaria, además del acercamiento a Europa, se busca "alejarse de las autoridades rusas y sobre todo de la sombra del patriarca Kirill, líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que es el sostén espiritual de Putin y ha sido un activo muy fuerte de la invasión".

La iglesia greco-católica justificó que había muchas solicitudes planteando este cambio y aseguraron haber dado el paso tras muchas consultas. Cuenta con gran respeto e identidad nacional
Carmen Márquez, profesora de Teología Dogmática y Fundamental Univ Pontificia Comillas

A miles de kilómetros del frente, de Kiev o de Leópolis, las familias ucranianas en España preparan una Navidad diferente. Bien lo sabe el padre Konstantyn, responsable de la Catedral de San Andrés y San Demetrio, único templo que la Iglesia Ortodoxa Ucraniana tiene en Madrid capital. Habitual parada religiosa y punto de encuentro de la comunidad  nacional, celebran dos misas, bajo el rito griego y el ucraniano.

En su conversación con El HuffPost deja claro que "nosotros no tenemos relación con la Iglesia Ortodoxa rusa, sino que tenemos relación con Constantinopla", si bien asume que el cambio separa aún más los caminos con Moscú. "Buscamos ser iguales a Europa; llevo décadas en mi iglesia y tenemos muchos ucranianos por el mundo; ahora queremos unificarnos".

"Cada uno con sus idiomas, con sus costumbres caseras, pero juntos. La gente quiere unirse con los católicos y con todo el mundo para que la esencia de Navidad se sienta en comunión con nuestros vecinos", añade Mykhaylo, fiel del templo y habitual colaborador del padre Konstantyn. Le quita hierro a la nueva realidad, ya que "es adelantar todo dos semanas, detalles que al principio pueden costar un poco, pero cuestión de acostumbrarse".

Folclore y tradición: los 'clásicos' de la Navidad ucraniana

Echando la vista atrás, este residente en Madrid y presidente de la asociación benéfica 'Unimos Corazones' afirma que el cambio no es tan traumático, porque supone volver a lo que fue el país antes de la URSS. "Antes de 1917 celebrábamos las fechas católicas, pero se cambió con la invasión comunista". Su vicepresidenta, Olga, añade "haber hablado "con algún párroco de la Iglesia Ortodoxa y cuentan que no estamos descubriendo nada nuevo, que simplemente estamos volviendo a lo que fue nuestra historia" previa al régimen comunista.

La principal diferencia del culto ucraniano, pues, no está en el rito religioso, que cuenta con hasta tres celebraciones en pocas horas (medianoche del 24 de diciembre, otra al amanecer el 25 y una más a mediodía), sino en que viven las fiestas de un modo más recogido a nivel familiar

"Muchos ucranianos guardamos el ayuno 40 días antes de Navidad y en la cena de Nochebuena no se come carne, sólo alimentos origen vegetal y pescado". Se trata, añade Mykhaylo, de "preparar nuestro cuerpo para recibir al niño, según la tradición". .Por ello, prefiere "no participar en las típicas comidas de empresas, porque sólo podría tomarme una botella de agua", apunta entre risas.

Olga complementa sus palabras y detalla algunas tradiciones propias en estas fechas. Por ejemplo, el canto de koliadky "una especie de villancicos que cantan niños y adultos disfrazados durante la Navidad". Igual que en nuestra cultura, en Ucrania hay costumbre de ir "casa por casa y la gente les da dulces típicos, por ejemplo los kutya, con arroz y nueces". "Es una tradición antigua, pero durante los tiempos de la URSS estuvo muy escondida. Como era un régimen comunista no permitían celebraciones religiosas", lamenta. 

Puestos ya a la mesa, explica que la cena grande de fiesta se compone por "12 platos, en representación de los 12 apóstoles". Estos, según la tradición, deben ser sin carne. Sólo a partir del día 25, y tras un ayuno prolongado durante esos 40 días, pueden volver a comer "cualquier alimento", añade.

Ucrania, tierra de fe

Detrás de la 'nueva' Navidad ucraniana está el impulso dado por el Patriarcado de Kiev, constituido como iglesia autocéfala, la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, a finales de 2018 y bajo el Patriarca de Constantinopla. Como explica la profesora de ICADE, este templo "representa la mayoría de población en Ucrania, aunque ya el año pasado hubo quien adoptó la 'Navidad 'católica'". 

Según los últimos informes del Ministerio de Exteriores, Ucrania sigue siendo una sociedad eminentemente religiosa, en la que sólo un 13% de la población se reconoce agnóstica y apenas un 4%, atea. Por contra, bajo la mayoritaria fe cristiana ortodoxa, la Iglesia Ortodoxa Ucraniana reúne al 45% de los fieles, por cerca de un 10% que sigue ligada a Kirill y el influjo ruso, cifra que va descendiendo desde la invasión, a diferencia del sentimiento greco-católico, actualmente rondando el 10%. Los católicos se mueven en un 2%, porcentaje similar al de los protestantes.

Yo misma celebro ya el 25 diciembre y los que llevan mucho tiempo en España también lo celebraban ya... es que este espíritu engancha
Yulia, ucraniana residente en España

"En los últimos años, sobre todo este tiempo tras la invasión, considero que se ha vivido un auge de la fe greco-católica en Ucrania. Realmente esta iglesia siempre ha tenido mucho prestigio y un gran respeto social, porque sus sacerdotes fueron mártires durante la Unión Soviética, con persecuciones, deportaciones a Siberia... y tras la caída de la URSS se restableció. Ahora puede que siga creciendo, porque se liga mucho esta Iglesia a la identidad ucraniana".

La profesora añade que debemos tener en cuenta "que muchos de los greco-católicos o los católicos emigraron hace años o en los últimos 24 meses a otros países". Esta iglesia está muy ligada a la identidad ucraniana y puede que su eco se amplíe más por el mundo".

Esa comunidad dispersa, hoy mira de igual a igual a sus "vecinos" y celebra, ya de un modo oficial, su 'nueva' Navidad. Un paso más para la integración de un país que quiere ser puramente Europa, no sólo en lo geográfico.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es