Ucrania y Rusia se enredan en la guerra de los puentes

Ucrania y Rusia se enredan en la guerra de los puentes

Ucrania ha derribado al menos tres puentes en la región de Kursk para evitar que las tropas rusas puedan abastecerse. 

Punto en la región rusa de Kursk en la que se cruzan las fronteras de Rusia y Ucrania.Viacheslav Ratynskyi

El pasado viernes las fuerzas ucranianas derribaron un puente estratégico en la región rusa de Kursk, lugar donde están llevando a cabo una incursión las tropas ucranianas desde el 6 de agosto, cuando inició la ofensiva de forma sorpresiva. La noticia saltó a la luz tras la publicación de un video compartido por las fuerzas ucranianas, en el que se podía observar como una explosión derribaba parte del puente de hormigón. 

Después de eso, los soldados ucranianos lograron derribar un segundo puente estratégico, que también mostraron a través de algunas imágenes, donde se podía apreciar como tras un ataque aéreo, parte del puente caía derrumbado. 

La destrucción del tercer puente sobre el río Seim ocurrió este lunes, cuando Moscú anunció que Ucrania había destruido otra construcción de este tipo en su asalto a la región de Kursk.  "Ya no queda ningún puente más" celebraba el teniente Mykola Oleshchuk, el comandante de la Fuerza Aérea de Ucrania, a través de su canal de Telegram. Se trataba del último puente considerado como clave para el envío de suministros rusos de un lado hacia otro. 

Según el CDS, el objetivo es "superar al enemigo en el despliegue operativo de fuerzas en esta dirección", y por ello la destrucción de puentes sería clave, ya que complica la entrada de rusos en esa zona de Kursk, mientras que los ucranianos pueden pasar a través de su frontera. Cabe destacar que se trata del mayor ataque que sufre Rusia desde la Segunda Guerra Mundial. 

En total, el mandatario dice haberse apoderado de 92 asentamientos en una área que ocupa más de 1.250 km2 de Kursk. Por su parte, Moscú afirma haber capturado al menos 19 militares ucranianos. Más de 121.000 personas han tenido que abandonar sus hogares en nueve distritos fronterizos de la región de Kursk, según trasladó el Ministerio de Emergencias ruso.

La respuesta de Rusia

La actuación rusa ha sido, además de contestar al ataque, intentar arreglar las construcciones afectadas con pontones y barcos, según pudo constatar el corresponsal de Radio Free Europe, Mark Krutov, quien identificó la construcción de al menos tres puentes de pontones. También ha comenzado a evacuar a sus habitantes de los pueblos controlados por las fuerzas de Kiev.

Los pontones son empleados para el apoyo logístico y poder movilizar a las tropas de un lado a otro del río, con la opción de retirarse rápidamente para escapar del enemigo. Ante ello, las fuerzas ucranianas han respondido "atacando puentes de pontones y equipos de ingeniera en la parte occidental de la zona de operaciones en el distrito de Glushkovo", según comunicó el Centro Ucraniano de Estrategias de Defensa.

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Finalmente, el Kremlin ha asegurado una respuesta a Ucrania y Putin ha fijado como límite el 1 de octubre para que sus tropas expulsen a los ucranianos de su territorio. Sin embargo, la tarea no será fácil, ya que según algunos analistas, para que eso se cumpla, Rusia debería redesplegar muchas mas tropas de las que está aportando actualmente.