Ucrania presenta al mundo su nuevo objetivo: el arma rusa más odiada

Ucrania presenta al mundo su nuevo objetivo: el arma rusa más odiada

Posee uno de los calibres más grandes del mundo para la artillería autopropulsada.

Russian 240mm 3F2 rocket-assisted mortar projectiles for the self-propelled mortar 2S4 Tyulpan.Global Images Ukraine via Getty

El 2S4 Tyulpan es el arma más odiada entre los soldados ucranianos debido a que tiene uno de los calibres más grandes del mundo para la artillería autopropulsada: 240 mm que son perfectos para destruir las fortificaciones más potentes del enemigo. Es capaz de disparar proyectiles altamente explosivos de 130 kg. Son tan pesados que el mortero cuenta con una pequeña grúa para soportarlos.

Estos proyectiles vuelan en una trayectoria alta, impactando al objetivo en un ángulo bastante pronunciado, lo que les permite penetrar profundamente en las trincheras y derrumbar refugios y edificios. Las capacidades del arma la convirtieron en un sistema verdaderamente único que no tiene parangón en ningún Ejército del mundo.

Su corto alcance, principal desventaja

Sin embargo, tiene una desventaja que los enemigos pueden aprovechar: su autonomía normal es de hasta 9,65 kilómetros. De hecho, normalmente tiene que acercarse mucho más a las líneas del frente para poder alcanzar sus objetivos. Este corto alcance significa que los drones ucranianos pueden encontrarlos y destruirlos con más facilidad, como ocurre en un vídeo compartido por defensores de Ucrania en la red social X.

En la grabación se puede observar cómo un 2S4 Tyulpan es atacado por drones FPV ucranianos. En el primer clip corto es posible ver que el dron está armado con un proyectil RPG-7. No está claro si la tripulación, que normalmente suele ser de cinco personas, se encontraba cerca del vehículo.

Titania
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Ucrania ha destuido cerca de 100 obuses Tyulpan desde el comienzo de la guerra, aunque se desconoce el número real. Algunos los derribó con fuego de contrabatería, mientras otros lo hizo con minas terrestres. Pero, últimamente, el ritmo de destrucción de estas armas ha aumentado gracias a la creciente actividad de los drones FPV.