Ucrania amenaza con reincorporarse al club nuclear

Ucrania amenaza con reincorporarse al club nuclear

La victoria de Donald Trump ha sembrado la duda en torno a la deriva que el conflicto de Ucrania y Rusia puede llevar. Ante este escenario, el mandatario ucraniano ha dejado la puerta abierta al uso del arsenal nuclear.

Un misil nuclear ruso RS-24 Yars, en el Desfile de la Victoria del pasad mayo, en Moscú.Getty Images

La victoria electoral de Donald Trump ha dejado un terreno incierto en el conflicto entre Ucrania y Rusia, ya que el republicano se ha mostrado en más de una ocasión en contra de esta guerra, prometiendo acabar con ella "en 24 horas" si acababa siendo reelegido. De hecho, el pasado 27 de septiembre, durante un mitin, volvió a reafirmar esta postura, después de quejarse ante sus seguidores de que "todos los países del mundo, incluidos nuestros aliados, se están aprovechando de los Estados Unidos. Y en muchos casos, nuestros aliados son peores que nuestros supuestos enemigos", admitió. 

Cabe destacar que, durante el desarrollo del conflicto entre ambas potencias, el país, ahora liderado por Trump, ha otorgado a Ucrania decenas de miles de millones de dólares, mucho más que cualquier otro aliado, por lo que en caso de que finalmente frene su ayuda o la reduzca, Ucrania podría verse gravemente afectada. 

"O Ucrania tendrá armas nucleares y esa será nuestra protección o deberíamos tener algún tipo de alianza" afirmó el mandatario ucraniano ante este posible escenario, al tiempo que volvió a solicitar su ingreso como Estado Miembro en la OTAN. "Aparte de la OTAN, hoy no conocemos ninguna alianza efectiva", destacó. Sin embargo, la idea de la adhesión de Ucrania a esta alianza sigue sin generar muchos adeptos, ya que tienen el temor de que este paso pueda llevar a una posible escalada del conflicto por parte de Putin. 

Ante esto, Zelenski ha dejado caer el desarrollo y uso propio del arsenal nuclear de su país. Algo que algunos medios, como la revista  'Foreign Policy'  califican de buena idea, ya que de lo contrario, "dados los esfuerzos genocidas de Rusia", Ucrania podría enfrentarse a la pérdida de su nación o incluso de su identidad. 

La historia se repite

Cuando colapsó la Unión Soviética, Ucrania albergó parte del arsenal nuclear soviético. Sin embargo, tanto Estados Unidos como Rusia, de forma conjunta, alentaron al país a firmar el Memorándum de Budapest en 1994, mediante el cual Ucrania prometía deshacerse de sus nuevas armas. De hecho, durante la Guerra Fría, la tercera potencia nuclear del mundo, después de estos dos países, era Ucrania. A cambio de la pérdida de dicho armamento nuclear, Rusia prometió que no realizaría ninguna "amenaza o uso de la fuerza" contra Ucrania. 

"Fue una medida que, en ese momento, resultó en rondas de autocomplacencia condescendiente en torno a Washington y que, con el tiempo, preparó el escenario para la posterior invasión rusa de Ucrania", explica la revista bimestral estadounidense. Sin embargo, ahora, como advirtió Zelenski, Occidente deberá elegir si seguir con el acuerdo y permitir la entrada de su país en la OTAN o volver a rememorar aquellos tiempos en los que Ucrania era una de las potencias con mayor arsenal nuclear. 

Cabe destacar que, durante los mandatos de George Bush y de Bill Clinton, los estadounidenses repitieron en más de una ocasión su nulo interés en las regiones en las que Moscú podía tener primacía, como es el caso de Bielorrusia o Ucrania, dejando claro que no quería aprovecharse del vacío que surgía del desmantelamiento de la Unión Soviética. "Es decir, mientras que a Rusia se le permitía mantener su estatus como potencia nuclear, países como Bielorrusia, Kazajistán y Ucrania-los brutalmente victimizados por generaciones de colonialismo del Kremlin-tendrían que deshacerse de su arsenal nuclear postsoviético", apunta la revista política. 

"Ucrania no podía mantener armas nucleares", afirmó Steven Pifer, ex embajador de Estados Unidos en Ucrania. "Nadie en el gobierno de Estados Unidos cuestionó esta realidad", añadió. Aunque, al contrario de lo que este argumenta, sí que hubo algunas voces en contra de este pacto y que alertaron del peligro que podía suponer. 

Mientras tanto, el presidente ruso por aquel entonces, Boris Yeltsin, afirmó que había "amenazado a Ucrania y Kazajistán con la revisión de fronteras... si insistían en la dependencia", destacó el historiador Serhii Plokhy. Al mismo tiempo, el ejército ruso continuaba apoyando a los separatistas pro rusos en Moldavia y había creado un plan de injerencia armada en el norte de Georgia para una futura invasión de Chechenia. Ante esta situación, Leonid Kravchuk, presidente ucraniano, declaró que "entendería la maldad de Rusia" pero "los estadounidenses son aún peores: no escuchan nuestros argumentos".

La búsqueda del final de la guerra

El plan inicial de Donald Trump, el 47º Presidente de los Estados Unidos, es poner fin al conflicto; sin embargo, no todo resulta tan sencillo. En el caso de que se realice mediante un pacto u acuerdo, lo más seguro es que la potencia que salga más perjudicada sea Ucrania, dejando por ende mucho más débil la seguridad europea. De hecho, ante esta situación, no solo Ucrania se vería afectada, sino también el resto de países que se encuentran en la frontera con Rusia, como Polonia, Lituania, Estonia y Letonia. 

Otra de las cuestiones que ha puesto el republicano sobre la mesa es la bajada del petróleo, que ya ha comenzado a producirse, podría provocar que Rusia quiera negociar, ya que depende en gran medida de las exportaciones de crudo. Así que, aunque bien es cierto que Trump prometió finalizar la guerra, aún no se sabe exactamente cuál será su fórmula para ello.