Temor en las filas rusas: "Putin tiene 12 meses para ganar la guerra"
Rusia avanza, Ucrania está en dificultades, pero las cosas no son de color de rosa para el invasor. Su andanada tiene un coste, y grande.
Rusia avanza, Ucrania está en dificultades. La guerra sigue esa misma dinámica desde hace meses, pero el marco del conflicto -que está a punto de superar los 1.000 días, mañana mismo- está destinado a estar marcado también por otros factores, además de las operaciones militares. Y es por eso que, si Kiev y Volodimir Zelenski sufren, Moscú y Vladimir Putin no pueden mirar al futuro tranquilos, especialmente más allá del horizonte de 12 a 18 meses. No pueden tener una extrema confianza en sus éxitos.
Es el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un tanque de pensamiento estadounidense que sigue diariamente la contienda, es el que ofrece esta visión global de la situación, más allá de las noticias que llegan desde el frente.
Las fuerzas armadas rusas, dicen sus expertos, están avanzando constantemente hacia Donetsk y preparándose para lanzar un ataque para retomar la región de Kursk, que ha sido invadida por Ucrania desde principios de agosto.
"Los rusos constantemente tienen la iniciativa y están explotando las ventajas a nivel táctico", sostiene, pese a todo, George Barros, analista principal de ISW, en declaraciones a la CNN. "Los rusos actúan y obligan a los ucranianos a actuar en respuesta y esto no es bueno" para Kiev. "Si siempre estás obligado a estar a la defensiva, pierdes guerras. Te encuentras acorralado, con la posibilidad de elegir sólo entre malas opciones", resume.
En los últimos días, Rusia ha aumentado la presión en la zona de la ciudad de Kupiansk, en el noreste de Ucrania. La conquista de la ciudad, liberada por los ucranianos en septiembre de 2022, permitiría a los invasores controlar dos rutas de suministro clave y desarrollar nuevos planes de ataque contra Járkov.
La situación para las fuerzas armadas ucranianas también es complicada en el sur, con la ciudad de Kurakhove en el punto de mira del enemigo. En realidad, según las valoraciones de ISW, la posible pérdida de Kurakhove no constituiría un daño excesivo a nivel estratégico para Kiev. La ciudad está situada a unos 40 kilómetros de Pokrovsk, un centro logístico fundamental. Durante meses, la ciudad pareció a punto de capitular. Y en cambio, las unidades ucranianas resistieron, lo que obligó a Moscú a cambiar de planes y estrategias.
El 'caso Pokrovsk' y las dificultades de Rusia
Sin embargo, el llamado caso Pokrovsk, afirma Barros, es una llamada de atención para Rusia: "Intentó conquistar la ciudad y fracasó, hasta que cambió de plan". Desde principios de año, tras conquistar las ruinas de Avdiivka, el ejército ruso ha ganado unos 40 kilómetros de terreno. No pocos, pero no muchos si consideramos el precio pagado en términos de soldados muertos y equipo perdido. "Perder cinco divisiones de tanques en un año para avanzar 40 kilómetros... Es realmente un resultado terrible", observa el especialista.
Rusia tiene más hombres y más armas, pero no tiene tiempo ilimitado a su disposición. Putin, destaca el ISW, no puede ignorar factores que acabarán influyendo en el compromiso bélico. La economía rusa muestra signos de "sobrecalentamiento": la inflación galopante, las empresas luchan por encontrar trabajadores y los tipos de interés se han disparado hasta el 21%.
Y, por último, pero no menos importante, Rusia también tiene que afrontar la pérdida de miles de hombres. La última movilización parcial provocó la huida de cientos de miles de potenciales soldados. "La situación económica, la escasez de hombres y la pérdida masiva de bienes crearán problemas para el Kremlin si la guerra se libra a este ritmo el próximo año", afirma Barros.
"Si la coalición internacional occidental, incluido Estados Unidos, continúa apoyando a los ucranianos durante los próximos 12, 16 o 18 meses, habrá oportunidades de alterar realmente la forma en que los rusos han financiado esta guerra". Los aliados de Kiev "pueden decidir si los rusos ganarán o perderán".