¿La soledad de Zelenski?: la sorprendente foto captada en la Cumbre de la OTAN
El presidente ucraniano ha sido retratado solo, ausente, mientras los líderes de la Alianza se saludan y conversan antes de la foto de familia. ¿Qué fue lo que pasó?
La imagen corre como la pólvora por las redes sociales: el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, sobre la tribuna en la que los líderes mundiales presentes en la Cumbre de la OTAN en Vilna (Lituania) van a hacerse la tradicional foto de familia. Está solo, serio. A su alrededor, los demás mandatarios se saludan, se ríen, se abrazan. También la esposa del ucraniano, Olena Zelenska, conversa con ellos. Zelenski no. Mira al horizonte, ensimismado, mientras se muerde el labio, con su sempiterno uniforme desde que Rusia lanzó la invasión contra su país, el 24 de febrero de 2022.
Esta imagen se ha viralizado entre comentarios sobre la soledad del presidente, justo en un día muy tenso en la cumbre, ya que se abordaba la incorporación de Ucrania como socio de pleno derecho y Kiev recibió un jarro de agua fría: el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, confirmó que la decisión e invitar a Ucrania a convertirse en un socio más llegará, pero de cara a un futuro, sin fecha, cuando los aliados así lo acuerden y cuando el país "cumpla las condiciones". La primera, "ganar la guerra". Mucho queda para eso.
Los acuerdos de los aliados resultaron insuficientes para Zelenski, quien consideró "absurdo" que la Alianza no vaya a dar una fecha de invitación para que su país se adhiera, "una falta de respeto a Ucrania", a su entender. Preguntado sobre ello, Stoltenberg recalcó ante la prensa que los aliados "han decidido hoy un fuerte, unido y positivo mensaje a Ucrania sobre un apoyo duradero, pero también un mensaje positivo sobre el camino hacia la membresía".
Con esos precedentes, que Zelenski no tuviera buena cara o se mostrara pensativo parecía normal a ojo de los internautas.
Sin embargo, si se ve el antes y el después, hay que matizar que esa actitud de Zelenski fue breve. Primero llegó muy galante con su esposa y luego se quedó quieto, ocupando su marca para la foto, pero se le vio el resto del tiempo conversando con líderes mundiales y, por ejemplo, siendo atendido con mucho cariño por alguno de ellos, como el español Pedro Sánchez o, el neerlandés Mark Rutte o la italiana Giorgia Meloni.
Tenía mucho en lo que pensar, y no bueno, desde luego.