El jefe de inteligencia de Australia, Mike Burgess, ha alertado este jueves sobre el peligro que corre programa de submarinos de propulsión nuclear del país y sobre conspiraciones para atacar a opositores políticos en suelo australiano. "Algunos recibieron recientemente regalos de sus homólogos internacionales. Los regalos contenían dispositivos de vigilancia ocultos", ha explicado.

En un discurso en Canberra, recogido por The Defense Post, Burgess ha afirmado que la seguridad nacional de Australia se está deteriorando y ha revelado que al menos tres países han intentado dañar físicamente a personas dentro del país. En algunos casos, las amenazas fueron tan graves que ASIO (Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad) temió por la vida de los objetivos.

Varios planes frustrados

Uno de los planes frustrados por la inteligencia australiana pretendía atraer a un activista de derechos humanos al extranjero y organizar un "accidente" para eliminarlo. En otro caso, un servicio de inteligencia hostil trato de atacar a críticos del régimen de un país extranjero dentro de Australia, aunque ASIO logró impedirlo. "En ambos casos los conspiradores estaban en el extranjero, pero los implicados saben cómo trataremos a sus agentes", ha precisado Burgess.

Diversos gobiernos extranjeros han intentado contstantemente forzar a ciudadanos y residentes australianos a espiar a miembros de su comunidad. Asimismo, al menos cuatro países han presionado a  individuos para que regresen a sus países de origen, recurriendo en algunos casos a la confiscación de bienes y a amenazas dirigidas contra sus familiares, amigos y antiguos compañeros de clase.

Entre todos estos casos de terrorismo investigados en ese período, menos de la mitad estaban motivados por razones religiosas, mientras que la mayoría estaban vinculados a ideologías combinadas, nacionalistas o racistas.

Además, "casi todos los casos involucraban a menores. Todos eran actores solitarios o pequeños grupos. Casi todos los individuos eran desconocidos para la ASIO o la policía", precisa el jefe de inteligencia. La edad media en la que la ASIO investiga por primera vez a los menores es ahora de 15 años.