Se activa el botón del pánico en Moscú: "Se acabaron todas las posibilidades"
Tras el ataque sorpresa de Ucrania en el territorio ruso de Kursk, Rusia ha comenzado a retirar sus tropas de los frentes en Ucrania, según varios medios.
Tras el ataque sorpresa de Ucrania en el territorio ruso de Kursk -en el que las fuerzas de Kiev buscan fijar posiciones en esta región fronteriza y echar por tierra el mito del poderío militar de Moscú-, Rusia ha comenzado a retirar sus tropas de los frentes en Ucrania para responder en su propio terreno.
Así lo han asegurado fuente ucranianas, pero tambián lo han señalado autoridades estadounidenses a The New York Times y The Wall Street Journal, según realta el medio finlandés Uusi Suomi.
Un representante del ejército ucraniano dijo al medio Politico que Ucrania ha observado tales movimientos en el sur de Ucrania, en las regiones de Zaporiyia y Jersón. Además, otro miembro de las fuerzas armadas ucranianas señaló al canal de noticias CNN que, según información ucraniana, Rusia está retirando sus tropas de las regiones de Zaporiyia, Crimea y Járkov.
Mientras, el ministro de Defensa de Lituania, Laurynas Kasciunas, aseguró el pasado miércoles que Rusia ha desplazado a parte de las tropas que tiene desplegadas en el exclave de Kaliningrado, en respuesta a la invasión ucraniana de Kursk.
"Necesitan más recursos, están tratando de movilizarlos desde otras direcciones. Es algo natural", dijo Kasciunas, quien destacó la "inyección de moral" que ha supuesto la incursión ucraniana en territorio ruso. "Era muy necesario", ha dicho en declaraciones para la agencia de noticias báltica BNS.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses no han dicho cuáles son los grandes traslados de tropas ni han especificado de dónde las mueve Rusia. Según el The New York Times, Rusia no retiraría sus fuerzas del este de Ucrania. Por el contrario, las tropas rusas avanzan en Donetsk, escribe Politico . Según muchas estimaciones, el objetivo de Ucrania habría sido precisamente aliviar la situación de los combates en el este, donde las tropas rusas continúan su avance.
En cualquier caso, el mapa de la guerra ha cambiado. Como resultado, el periódico independiente ruso Vertska informa, citando sus fuentes, que el pánico se está extendiendo entre las elites.
Una fuente de la alcaldía de Moscú afirma que las autoridades moscovitas creían que la situación en Kursk duraría unos días, como máximo una semana. Ahora el ataque ucraniano continúa por segunda semana. Una fuente cercana al parlamento ruso dice que la preocupación es que Kursk está sólo a unos 500 kilómetros de Moscú.
El corresponsal de la BBC en Rusia, Steve Rosenberg, escribe que ya ha sobrevivido a muchos reveses y humillaciones. Sin embargo, también menciona el hecho de que el ataque a Ucrania dura ya mucho tiempo. En comparación, la rebelión de Wagner del verano de 2023 terminó en un par de días. "Cuanto más dure la situación de Kursk, más perjudicial será para Putin", escribe Rosenberg.
El exembajador de Estados Unidos en Moscú, el profesor de Stanford Michael McFaul , también estima que la ofensiva de Kursk es un duro golpe para la elite de Moscú. En una entrevista con MSNBC, McFaul también compara la situación con la rebelión de Yevgeni Prigozhin el verano pasado. En ese momento, Putin tuvo que negociar para poner fin a la situación. Ahora, según señala, "se acabaron todas las posibilidades".