Rusia se rinde al código morse
El ejército ruso sigue utilizando este método centenario junto con teconología más avanzada, como drones y misiles.
La guerra de Rusia en Ucrania, desatada por el presidente ruso, Vladimir Putin, en febrero de 2022, está -al igual que otros conflictos modernos- marcada por la tecnología: desde inteligencia artificial hasta drones y misiles hipersónicos. Sin embargo, una tecnología que tiene más de un siglo todavía está demostrando su valor en el campo de batalla: el código morse.
El ejército ruso sigue utilizando este método centenario en la guerra en Ucrania. El código morse es utilizado por los bombarderos rusos para comunicarse con sus centros de control y por los barcos de la Flota del Báltico para mantenerse en contacto con sus cuarteles generales en tierra, según ha explicado la BBC.
En 1830 el pintor estadounidense Samuel Morse, en colaboración con el inventor Alfred Vail, desarrolló el primer telégrafo de la historia. A través de señales basadas en puntos y rayas y utilizando un código de su invención pudieron enviar mensajes a gran distancia. Así nació el código morse.
El código morse destaca por su simplicidad tecnológica, ya que cualquier persona con conocimientos básicos puede construir un transmisor morse con componentes estándar. Las señales de morse utilizan un ancho de banda muy estrecho, lo que permite a los receptores filtrar el ruido ambiental y recibir mensajes claros con mínima potencia.
En 1956, radioaficionados demostraron que solo 78 milivatios eran suficientes para transmitir desde Massachusetts a Dinamarca, menos de la décima parte de la energía de una bombilla LED.
Durante la Segunda Guerra Mundial, miembros de la resistencia y comandos aliados utilizaron transceptores morse portátiles para mantenerse en contacto con Londres desde territorios ocupados por los alemanes. Aunque el código morse no ofrece seguridad en sí mismo, los mensajes pueden cifrarse antes de enviarse.
