Rusia se retira de la batalla nuclear y este es el motivo

Rusia se retira de la batalla nuclear y este es el motivo

Fue todo un emblema de la URSS, al encarnar el poderío y la fortaleza del imperio, en un contexto de máxima tensión geopolítica como fue la Guerra Fría.

El crucero de batalla nuclear Piotr Velikiy (Pedro el Grande) de la Armada rusaNurPhoto via Getty Images

Rusia podría estar cerca de desprenderse de su único crucero de batalla con misiles guiados de propulsión nuclear, el Pyotr Velikiy. Esta hipótesis, que ha ganado fuerza en los últimos años, viene motivada por el alto coste de mantenimiento que requiere, y más en un contexto tan complejo y delicado para la economía rusa como es el momento actual.

Estos buques, unos de los más grandes, y que antaño fue el orgullo patrio de la URSS, ya que encarnaba el poderío naval y militar del imperio, fue diseñado para contrarrestar los portaaviones estadounidenses que contaban con potentes misiles antibuque, al contar con un sistema de misiles vanguardistas y también tremendamente imponente como eran los Granit.

Pero en poco tiempo, este buque podría verse relegado al ostracismo y desaparición debido a los altos costes de mantenimiento y modernización que requieren. Esta información fue compartida por la agencia estatal TASS.

El buque, que se encuadra dentro de la clase Kirov, se enmarcó dentro del proyecto soviético 'Proyecto 1144 Orlan', con el que los soviéticos pretendían desarrollar los barcos de guerra más grandes y pesados del mundo. Y así lo hicieron, consiguiendo desarrollar mastodónticos barcos que en tamaño solo fueron superados por los portaaviones más grandes del mundo.

Hay que señalar que esta lucha por poseer los buques más dominantes y poderosos del mundo tiene su origen -reciente- en la Guerra Fría, momento en el que EEUU y la URSS se disputaban la hegemonía mundial y tanto unos como otros necesitaban demostrar constantemente que eran los mejores, tanto militar como tecnológicamente.

En este contexto, la URSS desarrolló los buques Kirov, capaces transportar una enorme carga útil de misiles antisubmarinos SS-N-14 y más tarde, misiles antibuque P-700 Granit, siendo este el principal armamento de esta clase.

Entre las prestaciones con las que contaban estos misiles destacaban la posibilidad de compartir información durante el vuelo, aunque el único hándicap que presentaban era que no se podían controlar una vez lanzados.

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Todas estas prestaciones lo convirtieron en todo un emblema de la fortaleza soviética, pero parece que, tras décadas sirviendo muy útilmente al país, actualmente está destinado a desaparecer.