Rusia pone a Armenia en tensión máxima
La creciente dependencia de Moscú le renta y le complica las cosas a la vez, en su conflicto eterno con Azerbaiyán por el enclave de Nagorno Karabaj. Ahora, la mediación europea surte efecto.
Armenia se encuentra entre dos aguas respecto a Rusia: revolucionada por la creciente llegada de personas desde que comenzó la guerra en Ucrania, hace 15 meses, pero a la vez preocupada por su creciente dependencia de Moscú. En un momento en el que existe riesgo de un nuevo conflicto con Azerbaiyán por el enclave de Nagorno Karabaj, el país busca ahora la ayuda de Occidente, que ya está mediando para evitar males mayores.
Según india el diario La Nación, se estima que unos 100.000 rusos se han mudado a Ereván, la acpital, desde que se lanzó la operación militar especial. Hasta allí pueden viajar sin pasaporte incluso y el alfabeto cirílico es habitual, como el armenio. Por un lado, están dinamizando la ciudad, pero también provocando un "aumento del costo de vida". "Una buena parte de la población ahora siente que la profunda dependencia económica y militar que tiene Armenia de Rusia se ha vuelto un arma de doble filo, en momentos en que crece el riesgo de una nueva guerra con la vecina Azerbaiyán", indica en un reportaje sobre el terreno.
"Armenia se encuentra en una situación de debilidad ante Azerbaiyán, que desde diciembre pasado mantiene bloqueado Nagorno Karabaj, un enclave en territorio azerí donde viven 120.000 armenios", añade la información. La guerra de 2020 entre las dos partes enfrentadas terminó con un acuerdo de paz, promovido por Rusia, que desplegó hasta 2.000 tropas de mantenimiento de paz y garantizó el acceso a Nagorno Karabaj desde territorio armenio por el corredor de Lachin. "Rusia ha sido históricamente el árbitro para mantener el statu quo en la región del Cáucaso, pero la guerra de Ucrania desvío su atención y Azerbaiyán vio una ventana de oportunidad para buscar dos objetivos: recuperar el control de Nagorno Karabaj, pero también lograr continuidad territorial hasta Najivcheván, un enclave azerí en territorio armenio", ahonda el reportaje.
Armenia tiene pocos aliados externos aparte de Rusia; algún contacto con Irán. Pero Moscú no sólo le ayuda a él, sino que tiene relación con Azerbaiyán y "ha vendido armas a ambos bandos". De ahí que ahora los armenios busquen un acercamiento a los libere de esa dependencia y les permita encontrar una salida estable al conflicto.
Ya se están moviendo las cosas porque los líderes de Armenia y Azerbaiyán acordaron ayer domingo reanudar encuentros bilaterales en temas fronterizos y de apertura de conexiones ferroviarias, así como la liberación de más prisioneros en la guerra entre ambos países, informó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
"Nuestros intercambios fueron francos, abiertos y orientados a resultados. Se centraron en el progreso en el camino hacia la normalización entre Armenia y Azerbaiyán. Los líderes compartieron una voluntad común de un Cáucaso Sur en paz", afirmó Michel en un comunicado tras la reunión tripartita que mantuvo hoy con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan.
Michel felicitó a ambos por sus "esfuerzos" y subrayó la necesidad de "mantener el impulso para dar pasos decisivos hacia la firma de un acuerdo de paz integral entre Armenia y Azerbaiyán", según señala la nota.
En temas fronterizos, acordaron reanudar los encuentros bilaterales sobre la base del respeto a la integridad territorial de ambos países establecida en la Declaración de Almaty de 1991 y que la delimitación definitiva de la frontera se acordará mediante negociaciones.
Sobre la conectividad, las partes lograron un "claro progreso" en sus discusiones destinadas a desbloquear el transporte y los vínculos económicos en la región, según Michel, que destacó que las posiciones se han acercado "mucho", especialmente sobre la reapertura de las conexiones ferroviarias hacia y a través de Nakhchivan.
Aliyev y Pashinyan encargaron ayer a sus respectivos equipos que finalicen un acuerdo de principio sobre las modalidades para la apertura de las conexiones ferroviarias y las obras de construcción necesarias junto con un calendario concreto.
En cuestiones humanitarias, los mandatarios llegaron a "un entendimiento de que más detenidos serían liberados en las próximas semanas", según Michel, que subrayó el compromiso de "que los soldados que simplemente se perdieron y cruzaron al otro lado continuarían siendo liberados a través de un procedimiento rápido".
También discutieron "la importancia de intensificar el trabajo para abordar el destino de las personas desaparecidas y el desminado", añadió, así como el respeto de los derechos y la seguridad de los armenios que viven en Nagorno Karabaj, la región por la que los dos países están enfrentados desde la década de 1980 y que está reconocida internacionalmente como territorio azerbaiyano pero poblado por armenios étnicos. Armenia y Azerbaiyán se acusan mutuamente de ataques fronterizos, que se repiten esporádicamente.
Los dos países nunca han delimitado la frontera al enzarzarse en el conflicto karabají antes de la desintegración de la URSS.
Michel alentó este domingo a Azerbaiyán a participar "en el desarrollo de una agenda positiva con el objetivo de garantizar los derechos y la seguridad de esta población, en estrecha cooperación con la comunidad internacional" y "la necesidad de un diálogo transparente y constructivo entre Bakú y esta población".
Tras este encuentro auspiciado por la Unión Europea, los tres convinieron reunirse de nuevo en Bruselas el julio y repetir estas citas con "la frecuencia (que sea) necesaria".
Paralelamente, esta previsto que estas conversaciones tengan continuidad en otra reunión ampliada el próximo 1 de junio en Chisinau, a la que se sumarán el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, en los márgenes de la segunda cumbre de la Comunidad Política Europea.
Este formato a cinco se volverá a repetir en los márgenes de la tercera cumbre de la Comunidad Política Europea, prevista en Granada (España) a principios del próximo octubre.
Fue precisamente en la primera cumbre de este nuevo foro -que reúne a todos los países del continente europeo, salvo a Rusia y Bielorrusia- celebrada en Praga en octubre de 2022 cuando los líderes armenio y azerbaiyano se sentaron en una misma mesa en los márgenes del encuentro y aceptaron que la UE enviase una misión civil a lo largo de la frontera con Azerbaiyán.
"La UE no tiene una agenda oculta. Nuestro único objetivo es ayudar a Armenia y Azerbaiyán a alcanzar una paz amplia y justa", concluyó Michel.