Rusia se atraganta con la cerveza Carlsberg
La cervecera danesa ha anunciado la ruptura del acuerdo que permite a su empresa rusa Báltika producir y vender sus productos en este país.
La cervecera danesa Carlsberg ha anunciado este martes la ruptura del acuerdo que permite a su empresa rusa Báltika producir y vender sus productos en este país.
La medida es la respuesta al decreto firmado el pasado 16 de julio por el presidente ruso, Vladímir Putin, y que autoriza al Gobierno a tomar el control temporal de los activos de Carlsberg en Rusia.
El comunicado subraya que la empresa ha concluido que no hay vías para encontrar una "solución negociada" para abandonar el mercado ruso.
"Nos negamos a aceptar por la fuerza un acuerdo en términos inaceptables que justifican la absorción ilegal de nuestro negocio en Rusia. Continuamos tomando todas las acciones posibles, incluido legales, para proteger a nuestros empleados, activos y operaciones", señala.
Además, asegura que mantiene el control sobre las acciones de la compañía mientras el Estado ruso asume provisionalmente la gestión de los activos. "No está claro qué es lo que quiere hacer el Estado ruso bajo estas circunstancias", resalta.
El comunicado matiza que Báltika podrá seguir comercializando las existencias de la compañía hasta el 1 de abril de 2024.
El decreto de Putin establece que el 98,56% de las acciones de Báltika, perteneciente al grupo Carlsberg, pasan "temporalmente" bajo el control de Rosimúschestvo, la Agencia Federal rusa de Gestión de la Propiedad Estatal.
Carlsberg anunció el pasado 23 de junio que había vendido Báltika, sin precisar el nombre del comprador, transacción que está a expensas de la autorización del Gobierno ruso.
La firma danesa había comunicado su intención de abandonar el mercado ruso en marzo de 2022, un mes después del inicio de la guerra en Ucrania, y desde entonces su negocio en el país era considerado un activo a la venta. Báltika tiene ocho fábricas en Rusia, donde se producen más de 50 variedades de cerveza.