De "guerra de exterminio" a "derecho a defenderse": las reacciones al reguero de sangre e incertidumbre en Líbano

De "guerra de exterminio" a "derecho a defenderse": las reacciones al reguero de sangre e incertidumbre en Líbano

Los últimos bombardeos israelíes, que dejan centenares de muertos y heridos en pleno intercambio de ataques con Hizbulá, no dejan de provocar respuestas internacionales.

Escombros en el sur de Beirut tras un ataque de Israel el pasado viernesAFP vía Getty Images

El mundo, en tensión. Los recientes bombardeos de Israel sobre Líbano, en el marco de las constantes ofensivas de y contra Hizbulá, han dejado al menos 356 muertos y más de 1.200 heridos y una oleada de inquietud internacional.

"Una guerra de exterminio", calificaba este lunes el plan de Israel contra el Líbano el primer ministro interino de este país, Nayib Mikati. "La continuada agresión israelí contra Líbano es una guerra de exterminio en todos los sentidos y es parte de un plan destructivo destinado a derruir aldeas y localidades libanesas", manifestaba Mikati durante una reunión del Consejo de Ministros libanés y a la par que se sucedían nuevos ataques sobre su geografía.

El mandatario ha querido señalar los "contactos" que mantiene Beirut con los actores internacionales y su petición a los organismos y países "influyentes" para que "se pongan en el lado correcto y disuadan la agresión". "Renovamos nuestro compromiso con la resolución 1701, aprobada para poner fin a la guerra de 2006, y con trabajar para detener una nueva guerra israelí y caer en lo desconocido", ha sostenido Mitaki.

Mientras, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defiende buscar un "cambio en el equilibrio de poder" en Líbano. "Para aquellos que aún no lo han entendido, quiero aclarar la política de Israel [...], que no espera a una amenaza, sino que se anticipa en cualquier sitio, en cualquier escenario y en cualquier momento".

Enemigos íntimos de Netanyahu y su pueblo, los rebeldes hutíes del Yemen, respaldados por Irán, se han lanzado contra el "desprecio de Israel por la vida humana". En otro comunicado, este grupo condena el "ataque atroz", así como la "continua práctica de violencia y terrorismo contra los pueblos palestino y libanés".

Naciones Unidas, por su parte, considera que "no hay una solución militar" al conflicto entre Israel y Hizbulá, por lo que ha reclamado "espacio" para que "los esfuerzos diplomáticos tengan éxito".

Lo ha verbalizado la coordinadora especial de Naciones Unidas para Líbano, Hennis-Plasschaert, en el comienzo de su visita oficial a Israel, desde donde ha afirmado que "la estabilidad de la región y el bienestar de los civiles a ambos lados de la frontera están en juego". Horas antes de su viaje ya advertía de que Oriente Próximo estaba "al borde de una catástrofe inminente".

EEUU ha reiterado el apoyo a las autoridades hebreas, destacando que Israel tiene "derecho a defenderse" de los ataques del partido-milicia. En un comunicado del Pentágono, Washington deja clara su posición favorable a las respuestas del Ejecutivo de Netanyahu "a medida que Hezbolá extiende sus ataques cada vez más hacia el interior del territorio israelí".

Pese a su evidente respaldo a Israel, el departamento de Defensa sí ha querido mostrar su interés en "hallar un camino para una solución diplomática que permita a los residentes de ambos lados de la frontera regresar lo antes posible y de forma segura a sus hogares".

"Estados Unidos mantiene su postura para proteger a las fuerzas y el personal norteamericano y se muestra determinado a frenar a cualquier actor regional que busque explotar la situación o extender el conflicto", ha dicho durante una llamada con su homólogo israelí, Yoav Gallant. 

El Gobierno español, por su parte, se ha sumado a otras condenas internacionales por los bombardeos israelíes y ha hecho un llamamiento a Tel Aviv y a Hizbulá para detener la "espiral de violencia" y evitar la guerra "a toda costa".

La posición oficial se ha conocido mediante un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, que recoge la "profunda consternación y condena por los bombardeos israelíes (...) en respuesta a los ataques de Hezbolá este fin de semana sobre Israel". "La espiral de violencia debe parar", remarca el Ejecutivo, defendiendo que "la guerra debe evitarse a toda costa".

Para el ministerio de José Manuel Albares "es necesario desescalar tensiones y aplicar en su totalidad la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", al tiempo que ha subrayado que "el alto el fuego inmediato y permanente en Gaza es absolutamente necesario para reducir la tensión regional". "Todas las partes deben respetar la vida de civiles y los principios básicos del Derecho Internacional Humanitario", añade el texto.

A las palabras oficiales se ha sumado el propio titular de Exteriores en sus redes sociales. En un tuit se ha mostrado "consternado por las noticias que llegan del Líbano, con cientos de víctimas y heridos". "Nuestra más firme condena a esta violencia, que sólo nos aleja de la paz. Exigimos cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario"

También el Ejecutivo griego se ha posicionado, aunque de un modo diferente. El ministro de Migración y Asilo, Nikos Panayotópulos, ha mostrado su preocupación ante una posible "explosión de flujos (migratorios) desde Líbano" en dirección a Grecia debido a los intensos bombardeos.

"No puedo adivinar el futuro, si habrá o no una explosión de flujos (migratorios) desde el Líbano en los próximos días", señaló Panayotópulos durante una sesión del Parlamento griego tras ser preguntado al respecto.