Por qué el dron Reaper de EEUU no disparó a los cazas rusos
El portavoz del Pentágono se negó a responder a si el dron estaba armado en el momento del incidente.
Estados Unidos tuvo que derribar este martes sobre el Mar Negro un dron Reaper MQ-9 después de que un caza ruso impactara contra él haciendo que perdiera el control. El Ejército estadounidense ha culpado a Moscú de lo ocurrido, pero Rusia rechaza su implicación y achaca el accidente a problemas de vuelo del dron.
Estos hechos han dejado varias preguntas sin respuesta, entre ellas por qué el dron no respondió a las provocaciones que según Estados Unidos fueron realizadas por los pilotos rusos.
El Reaper MQ-9 tiene capacidad para entrar en combate, pero fue diseñado para prolongadas labores de vigilancia. El portavoz del Pentágono, el general Patrick Ryder, se negó este martes a responder a si el dron estaba armado en el momento del incidente. El aparato puede usar misiles aire-aire AIM-9X para enfrentarse a una situaciones de combate.
Según medios militares, el Departamento de Estado de EEUU está analizando si desclasifica las imágenes de lo ocurrido, que serían una prueba clave para determinar si Rusia tiene razón cuando asegura que sus aviones no realizaron maniobras intimidatorias contra el Reaper.
Uno de los primeros con capacidad para entrar en combate
El Reaper MQ-9, también conocido como Predator B, tiene el aspecto de un avión, puede alcanzar una velocidad máxima de 480 kilómetros por hora, mide 11 metros y pesa unos 2.200 kilogramos, según figura en la web de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Fue diseñado por la compañía General Atomics y entró en funcionamiento en 2007, convirtiéndose en uno de los primeros drones con capacidad para entrar en combate y que, además, podía llevar a cabo labores de vigilancia durante mucho tiempo y a gran altura.
Este modelo, que ha sido actualizado en varias ocasiones, tiene actualmente la capacidad de volar durante 30 horas cuando lleva a cabo labores de vigilancia, aunque ese tiempo se reduce a 23 horas cuando está cargado con armas, lo que aumenta el gasto de combustible.
El Reaper MQ-9 está diseñado para poder llevar hasta ocho misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire, destinados a destruir carros de combate, aviones y helicópteros, detalla en su web la Fuerza Aérea estadounidense.
Dependiendo de la misión que vaya a desempeñar, el dron también puede incorporar un radar de apertura sintética, especialmente certero, y diferentes tipos de cámara para grabar vídeos: desde cámaras diurnas monocromáticas para grabar a color hasta cámaras de infrarrojos de onda corta.
Aparte de por el incidente ocurrido en el mar Negro, los Reaper MQ-9 ganaron fama en los últimos meses por la guerra en Ucrania. En concreto, la compañía General Atomics quiso mostrar solidaridad con Ucrania y le ofreció esos drones por solo un dólar, pese a que fabricarlos cuesta más de 56 millones de dólares, según reportó en febrero The Wall Street Journal (WSJ).