Putin se ceba con los "ángeles de las lanchas"
Voluntarios ucranianos tratan de remontar el río Dniéper para socorrer a sus conciudadanos en los territorios inundados por la voladura de la presa de Kajovka.
Mientras los voluntarios ucranianos tratan, con todo tipo de embarcaciones, de remontar la corriente del río Dniéper para socorrer a sus conciudadanos en los territorios inundados por la voladura de la presa de Kajovka, continúan los bombardeos sobre Jersón.
El jefe militar de la región, Oleksandr Prokudin, confirmó que “tres personas han muerto y 10 han resultado heridas, dos de los cuales son policías”, durante estos rescates. Este es, según ha publicado La Razón, el pan de cada día en esta ciudad azotada por la guerra y el incipiente desastre ecológico.
“Una de ellas, un hombre de 74 años murió cuando los rusos abrieron fuego desde su zona y este cubrió con su cuerpo a una mujer, que resultó ilesa. Le dispararon por la espalda”, aseguró Prokudin en Telegram.
El río volverá a su cauce normal el viernes
El silbido ensordecedor de los misiles rusos Grad, según ha resaltado el mismo medio, suena diariamente muy cerca de la zona donde los voluntarios, la policía y el ejército ucraniano lanzan las lanchas de rescate.
La empresa hidroeléctrica rusa, RusHydro, calcula que el agua del río Dniéper volverá a su cauce normal el próximo viernes, al menos en la parte baja de la central hidroeléctrica de Kajovka, donde se encontraba la presa que colapsó el pasado martes y que ha causado el desplazamiento de casi 9.000 personas en el sur de ucrania.
En total, hasta el momento han sido evacuadas más de 7.000 personas en las localidades de Nueva Kajovka, Oleskhi y Hola Pristan, ciudades todas ocupadas por Rusia, incluido 410 niños.