Putin acude desesperado a por los soldados del 'círculo de diamantes'
La mayoría de los movilizados provienen de pequeñas y remotas aldeas del Ártico, donde sus habitantes dependen en gran medida del trabajo duro para su sustento.
Cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó una movilización militar “parcial” para la guerra en Ucrania en septiembre de 2022, más de 500 mujeres se reunieron en la plaza central de Yakutsk, la capital de la república de Sajá (Yakutia), en Siberia oriental, para protestar contra la decisión.
"Sabíamos lo peligroso que era y teníamos miedo, pero todos los temores se desvanecieron en cuanto vimos a la multitud. En lugar de miedo, ¡nos sentimos orgullosas de nuestras compatriotas!", ha contado una de las participantes, según el medio The Moscow Times.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de estas mujeres -que se convirtieron en uno de los símbolos de las protestas antimovilización en Rusia-, las autoridades rusas siguieron adelante con la búsqueda de mano de obra para las líneas del frente en la región, conocida por disponer dela mina de diamantes más grande del mundo fuera de África. A 50 grados bajo cero, cerca del Polo Norte, se abre un gigantesco agujero de más de un kilómetro de diámetros en esta región salvaje, donde los rusos extraen piedras preciosas en condiciones extremas.
El Ministerio de Defensa de Rusia nunca publicó información sobre cuántos hombres de cada región fueron reclutados durante la campaña de movilización del otoño de 2022, pero la exalcaldesa de Yakutsk y actual diputada de la Duma Estatal, Sardana Avksentyeva, dijo que se esperaba que 4.750 hombres, o el 1,5% de la población masculina apta de Sajá, fueran enviados al frente. Sin embargo, Avksentyeva se retractó de su declaración después de que atrajera amplia atención de los medios.
La mayoría de los movilizados no provenían de Yakutsk, la capital de Sajá y el mayor centro urbano, sino de pequeñas y remotas aldeas del Ártico, donde sus habitantes dependen en gran medida del trabajo duro para su sustento, según el mismo medio. A pesar de estar legalmente exentos del servicio militar, los miembros de los pequeños pueblos indígenas de Sajá, incluidos los evens, evenks, yukaghires, chukchis y dolgans, también estuvieron entre los movilizados.
Aunque un mes después de su inicio Putin declaró que la movilización había "terminado", el Ministerio de Defensa de Rusia nunca cesó su búsqueda de reclutas en la región. Junto con otras regiones y repúblicas rusas, a Yakutia se le asignó una cuota anual para el reclutamiento de voluntarios militares, según grabaciones de vídeo de reuniones gubernamentales a puertas cerradas obtenidas por Free Yakutia.
En 2023, el Kremlin pidió a las autoridades de Sajá que enviaran al menos 3.458 voluntarios militares, o el 0,34% de toda su población, al frente, según las grabaciones. Esta cuota, a su vez, se dividió proporcionalmente a la población de cada uno de los 38 distritos de la república, donde los jefes locales estaban encargados de administrar el reclutamiento sobre el terreno.
Más de dos años después de la invasión rusa, al menos 800 residentes de Sajá han muerto en el frente en Ucrania y otros 118 fueron reportados como desaparecidos en acción, según estadísticas proporcionadas por voluntarios locales y un recuento de muertes verificadas mantenido por la BBC rusa y Mediazona. Sin embargo, se cree que le número real de víctimas es mucho mayor.