Por qué es un error adelantarse a la supuesta debilidad de la ayuda a Ucrania
En Rusia se regodean por las complicaciones de EEUU y Europa para mandar más armamento o dinero a Kiev. Pero cuidado con las conclusiones precipitadas...
Estados Unidos y Europa están teniendo evidentes problemas para mantener su ayuda a Ucrania, en lo económico y en lo militar. La invasión rusa se acerca a los dos años y el desgaste se deja notar, en tiempos de inflaciones y elecciones. En Moscú, eso hace que saquen el champán, directamente.
Y, sin embargo, sacar conclusiones precipitadas y dar pasos sobre esa base puede ser un error. Lo explica en un análisis del Fondo Carnegie para la Paz Internacional (Carnegie Endowment for International Peace), firmado por la especialista Dara Massicot.
"La capacidad de Ucrania para defenderse de los continuos ataques rusos está en juego. Si se permite que expire la financiación estadounidense, los aliados europeos no podrán compensar la diferencia en sistemas de armas y municiones para las necesidades de Ucrania. Las fuerzas ucranianas ya están racionando municiones y haciendo frente a un aumento de artillería rusa, drones y municiones merodeadoras", afirma de inicio. El presidente ruso, Vladimir Putin, "sabe que la capacidad de Ucrania para defenderse de los continuos ataques rusos depende de la ayuda occidental", que ha llevado a su propia gente a reforzar su inventario "con importaciones de Corea del Norte e Irán".
Para la especialista, "una Rusia que cree que ha derrotado a Ucrania y al apoyo occidental se volverá cada vez más envalentonada y peligrosa en los años venideros". "Si Putin está convencido de que el apoyo occidental a Ucrania se está agotando, el mundo pronto tendrá que hacer frente a una Rusia magullada, demasiado confiada y vengativa que cree que ha sobrevivido a la voluntad de Occidente", anuncia. A su entender, esta postura podría tener "importantes consecuencias para la misión central de la OTAN de disuadir futuras agresiones rusas, misión que hasta ahora ha impedido que el Kremlin expanda su aventurerismo militar más allá de las fronteras de Ucrania".
Advierte de que "las consecuencias del abandono de Kiev por parte de Occidente irán más allá de Ucrania". "Crece el riesgo de que el Kremlin pronto pueda concluir que ha sobrevivido a Ucrania y haya visto las limitaciones de la voluntad política y el apetito de Occidente por apoyar una guerra prolongada. Si eso sucede, Putin podría concluir que la inteligencia, la planificación militar, las armas, las tácticas y la producción de defensa combinadas de Occidente habrán sido puestas a prueba y al final no lograron cambiar el rumbo de la guerra", señala.
Y si esa idea se afianza, si el Kremlin cree que sus métodos de "fuerza bruta", su capacidad para "absorber pérdidas asombrosas de equipos y personal" y su "base industrial de defensa" pueden superar a los aliados de Ucrania, "el resultado sería peligroso para el avance de la OTAN, y eso no se debe permitir que suceda. Podría erosionar significativamente, si no alterar, la disuasión".
Ahí es donde Massicot habla de error. "Sería una conclusión errónea por parte del Kremlin, porque Rusia no está luchando contra la OTAN". Sin embargo, Occidente tiene "poco control sobre las lecciones que Moscú extrae de éste y otros conflictos".
"Occidente tiene muchas ventajas tecnológicas, económicas y financieras sobre el ejército ruso según la mayoría de las métricas, si priorizara y activara plenamente estas capacidades. Los propios estrategas y planificadores rusos eran algunos de los que más creían en la superioridad económica, política y militar de la OTAN antes de la invasión de Ucrania en 2022", por lo que los fallos de evaluación están ahí.
Entonces, se basaron "un complejo conjunto de indicadores y suposiciones, con las correspondientes puntuaciones numéricas para medir y comparar el poder estatal", en indicadores como" la correlación militar de fuerzas y otras expresiones de poder como la cohesión política y la capacidad de las empresas de defensa para aumentar la producción en apoyo de una guerra".
"Si Rusia obtuviera la victoria agotando y resistiendo más que Ucrania y Occidente, lo más probable es que los estrategas rusos rebajen sus evaluaciones sobre el poder de la OTAN en el futuro sobre la base de la cohesión política, la voluntad de luchar y el potencial de producción industrial de defensa. Al mismo tiempo, los estrategas y funcionarios rusos podrían mejorar sus propios puntajes en algunas áreas, al considerar el desempeño operativo ruso en Ucrania, a pesar de las graves deficiencias y limitaciones que han quedado expuestas a lo largo de la guerra", dice el artículo.
Cuánto cambien esas evaluaciones comparativas y si afectarán las percepciones rusas sobre la fuerza de la disuasión de la OTAN... eso dependerá de las decisiones que Occidente tome ahora. "La OTAN todavía tiene (y mantendrá) múltiples ventajas militares sobre Rusia, pero tiene áreas que debe reforzar", aconseja.
Y lanza un llamamiento final: "Es probable que Rusia sea peligrosa, sea derrotada en Ucrania o no. Occidente no puede perder de vista los problemas de seguridad a largo plazo que planteará Rusia a medida que se recupere de la guerra, regenere su poder militar y, muy probablemente, busque venganza. Occidente se encuentra en una coyuntura crítica. Estados Unidos y Europa deben estar preparados para una guerra de alta intensidad en un mundo con múltiples actores hostiles. La financiación continua para Ucrania es un pilar clave de esa misión".