Ponen fecha exacta a la destrucción de Londres por parte de Rusia

Ponen fecha exacta a la destrucción de Londres por parte de Rusia

El periódico conservador británico 'Daily Mail' asegura que el lunes 20 de enero de 2025 la capital de Reino Unido será destruida. Más concretamente a las 8:08 horas. 

Imagen realizada con Inteligencia Artificialhuffpost

¿Qué pasaría si el presidente de Rusia, Vladímir Putin, "aprieta el botón nuclear" y hubiera lanzado un misil a Londres? Este es el escenario que plantea el periódico británico conservador 'Daily Mail', que describe con gran detalle, minuto a minuto, la posible situación a la que occidente se podría enfrentar, en el supuesto de que Putin llevase a cabo sus amenazas. 

Según plantea el digital, a las 07:30, Putin daría la orden desde su búnker nuclear. Mientras tanto, a seiscientas millas al norte de Moscú se encontrarían sus ingenieros, que dan comienzo a la acción. "Desde que reciben la orden hasta el lanzamiento de una ojiva nuclear, pasarán exactamente 30 minutos", detalla el diario. Apenas diez minutos después, los satélites de la OTAN captarían la actividad en la base de Plesetsk y los Estados entrarían en "alerta máxima".

A las ocho de la mañana procedería a lanzarse un misil balístico intercontinental con un alcance de 7.500 millas y una velocidad de más de 9.000 mph, dirigido hacia Trafalgar Square, en Londres. Se trata de una hora punta, por lo cual los vagones del metro se encontrarían completamente llenos, plantea el medio británico. 

"Ninguno de los viajeros tiene la menor sospecha de que en solo cinco minutos gran parte de la capital quedará arrasada", añade. Dos minutos después, los sistemas de alerta de la OTAN detectan la presencia de un objeto volador no identificado en dirección Reino Unido y se advierte a los gobiernos de un posible ataque inminente. A las 08:04 los dispositivos con tarjeta SIM en el Reino Unido reciben la llamada de una amenaza inminente: "Amenaza de misiles balístico entrante. Busque refugio". 

El ataque no conseguiría ser frenado por el Reino Unido, ya que su sistema de defensa aérea, Sky Sabre, es "incapaz de proteger Londres" y solo "son efectivos contra aviones de combate, drones y ciertos misiles guiados por láser". De hecho, según refleja el periódico británico, incluso el sistema de misiles antibalísticos más eficaz del mundo, "está a más de una década de ser verdaderamente confiable frente a un misil balístico intercontinental". 

Los ciudadanos empezarían a colapsar, mientras que el Primer Ministro, junto con su equipo y familiares, serían trasladados y evacuados a un refugio nuclear conocido como Pindar. Después, todas las trasmisiones se cortarían, tanto de radio como de televisión, y las estaciones comenzarían a trasmitir una alerta grabada para buscar refugio. Se producen las primeras muertes por estampidas. 

Se produce el impacto

A las 08:08 se produciría el impacto contra Trafagar Square. "Tiene una potencia de 800 kilotones, equivalente a 800.000 toneladas de TNT y más de 50 veces la fuerza de la bomba Little Boy lanzada sobre Hiroshima en 1945". Las personas que permanezcan dentro de la M25 sufriría ceguera repentina, "para muchos esto solo durará unas pocas horas. Otros quedarán cegados de por vida". Aquellos con gafas tendrán dolores más graves, ya que las gafas amplifican el flash.

Unos segundos después, una bola de fuego se expandiría por todas las direcciones, destrozando todo por su paso, dejando un "cráter que mide 600 pies de ancho y 150 pies de profundidad". El que haya sobrevivido a la onda, "inmediatamente se le reventarán los tímpanos", aunque cualquiera que se encuentre entre la zona cero y una milla y cuarto lo más seguro es que muera. "Dentro de este radio, las víctimas mortales son del 100 por ciento", asegura el Daily Mail.

A las 08:10, medio millón de londinenses habrían perdido la vida, según las estimaciones del medio británico. Tres minutos más tarde, los impulsos electromagnéticos habrían producido sobretensiones que destruirían componentes de los dispositivos eléctricos. "Mientras los vivos intentan ponerse en contacto con sus seres queridos, los teléfonos mueren". Las carreteras también quedan afectadas, mientras que los coches eléctricos en un radio de 24 kilómetros no funcionan tampoco. 

Todos los hospitales han sido destruidos, los únicos que quedan en funcionamiento comienzan a prepararse para la gran afluencia de pacientes. A las 08:20 comienza la lluvia radioactiva, que incluyen tanto materiales de construcción como "carne humana vaporizada". Se prolongaría durante al menos 24 horas. Cualquiera que se encuentre en el exterior inhalará plutonio microscópico, provocando su muerte. 

Diez minutos más tarde, la nube se trasladará hacia el noroeste, sacudida por el viento, y llegará hasta Norwich, para finalmente depositar lo que quede en el Mar del Norte. Aquel que logre sobrevivir, durante los próximos meses sufrirá "pérdida de peso, hemorragias internas y caída del cabello". Muchos acabarán padeciendo algún tipo de cáncer mortal.

A las 08:45 ya no quedaría luz y la mayoría de gente comenzaría a sufrir la falta de agua potable. El personal militar comenzaría cinco minutos después a repartir máscaras faciales y tabletas de yodo para evitar que la radioactividad se una a la tiroides. Se cierra el perímetro y aquel que lo cruce será disparado. A las 09:15, apenas unas horas después del inicio, comenzaría la segunda parte del "protocolo de respuesta a emergencias" del gobierno al nivel 3: La gestión de las consecuencias. 

Dos horas después de la explosión, tres cuartos de la población británica estaría muerta y más de dos millones se encontrarían gravemente heridos. "La gran mayoría nunca recibirá la atención de emergencia que necesita. La prioridad del gobierno es prevenir la propagación de la lluvia radioactiva", explica el diario británico. 

A las 11:00 horas, Washington y Londres consiguen abrir comunicaciones y Estados Unidos lanza "su propio ataque contra Rusia desde el Mar de China Meridional, atacando objetivos estratégicos y sitios de lanzamiento nuclear". A pesar de ello, Rusia no realiza más ataques nucleares. 

Dos semanas después, ya no queda nada de la capital. A pesar de algunas incursiones militares en la zona, no se han hallado ningún superviviente en un radio de una milla de la Zona Cero. Las pocas personas que lograron sobrevivir se encuentran en el hospital. Finalmente, "los científicos no están de acuerdo sobre cuándo Londres volverá a ser habitable, si es que alguna vez lo hace. Pero una cosa es segura: esta gran ciudad, fundada por los romanos hace dos milenios, ahora no es más que un terrible monumento al día más oscuro de la historia de la humanidad", concluye el artículo. 

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Andrea Cadenas de Llano Sosa (Córdoba, Andalucía, 2000) es periodista licenciada por la URJC. Escribe sobre actualidad. Puedes contactar con ella en acadenas@huffpost.es