Polonia da la voz de alarma y se prepara para un posible ataque
La advertencia preocupa más que nunca a los aliados occidentales.
La inseguridad a la que llevan haciendo frente desde hace más de un año los países fronterizos con Ucrania como consecuencia de la invasión rusa, ha ido en aumento conforme se han ido desarrollando los acontecimientos.
Durante el último mes y tras la revuelta protagonizada por el Grupo Wagner contra el régimen ruso, que se saldó con el 'exilio' de Prigozhin y gran parte de sus soldados en Bielorrusia, han hecho saltar todas las alarmas en Polonia, que con el paso de los días, está observando cómo las probabilidades de sufrir un ataque por parte de los mercenarios, dados sus "ambiguos" objetivos, van en aumento.
Las autoridades de Polonia han insistido este jueves una vez más en que existe la posibilidad de ser atacados de alguna manera por los mercenarios del Grupo Wagner. Según su secretario de Estado, Sanislaw Zaryn, deben estar preparados para esta posibilidad.
"No está claro qué misión llevarán a cabo finalmente los de Wagner, pero debemos prepararnos por si son utilizados contra Polonia", ha dicho en una entrevista para la agencia de noticias PAP, en la que ha cifrado en hasta 3.000 el número de mercenarios desplegados en Bielorrusia.
Una de las preocupaciones de Zaryn es que los mercenarios pueden escapar fácil y rápidamente del control bielorruso, pudiendo suponer un problema tanto para Polonia como para los propios bielorrusos: "Son criminales de guerra que causan problemas allá donde estén", ha dicho.
Desde la fallida rebelión de Wagner a finales de junio, cerca de una decena de convoyes se han desplazado a Bielorrusia como parte del acuerdo con el Kremlin, que ha dado la opción a los mercenarios de salir de Ucrania sin cargos, o bien permanecer pero bajo las órdenes del Ejército.
Tras la intervención del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, las autoridades levantaron un primer campamento para acoger a los mercenarios que llegaran desde Ucrania en la localidad de Tsel en la región de Mogilev, con capacidad para albergar a casi 9.000 personas.
Actualmente, los hombres de Wagner se encuentran instalados en el campo de entrenamiento de Brestski, que se encuentra a apenas 50 kilómetros de la frontera con Polonia, con la que comparte más de 400 kilómetros.